Eleazar Ignacio Dzib Ek, comisario municipal de la localidad de Zoh Laguna, aseguró que 64 comunidades de los pueblos indígenas maya, tzeltal y chol de Calakmul, en el estado de Campeche, están en favor del Tren Maya, que construye el gobierno de la República, presidido por Andrés Manuel López Obrador.
El abogado maya fue entrevistado a propósito de una carta que dio a conocer hace unos días, en la que rechaza que las 64 comunidades sean representadas por el Consejo Regional Indígena y Popular de Xpujil (Cripx), que recientemente ganó un amparo en contra de la obra, con el argumento de que se violaron los procedimientos legales de consulta.
En dicha misiva expuso: “Decidimos constituirnos en un comité municipal de defensa del Tren Maya, después de haber conocido el recurso de amparo promovido por una organización de la sociedad civil, interpuesto sin habernos consultado y sin nuestra aprobación.
“Como autoridades legítimas de nuestras comunidades, pedimos que nos dejen decidir por nuestra cuenta en nuestro territorio; consideramos discriminatorio que existan organizaciones que se autodenominen defensoras de nuestros pueblos, haciendo pensar a la opinión pública que no tenemos la capacidad de tomar decisiones ante los inminentes cambios de esta nación.
Lo que es veladamente racista, es pensar que por nuestra condición indígena fuimos engañados, o no tenemos la capacidad de decidir lo que mejor nos conviene, reclamó.
En entrevista con La Jornada de Oriente, Eleazar Ignacio Dzib Ek recordó que “125 autoridades comunitarias e indígenas representaron a nuestras comunidades en las asambleas consultivas en Xpujil a finales del año pasado.
“Ellos llevaron nuestras voces, respaldadas por actas de asamblea firmadas tanto por ejidatarios como por pobladores, y a su vez firmaron un acuerdo aceptando por consenso la implementación del proyecto de desarrollo Tren Maya”.
Subrayó que desde fines de 2018, pero sobre todo a partir de la consulta, “hemos exigido y recibido información sobre el avance del proyecto por parte de Fonatur (Fondo Nacional de Fomento al Turismo), cuyo personal tiene presencia constante en el municipio (de Calakmul) desde el inicio de este gobierno”.
En contraste, apuntó Dzib Ek, “en medios vemos comunicados firmados por gente que no conocemos, con nombres extraños, incluso extranjeros, pidiendo se cancele un proyecto en el territorio donde vivimos. Justo cuando abrazamos una esperanza de progreso aparece gente ajena a nuestras comunidades supuestamente a ‘defendernos’, a decir que no entendimos lo que aprobamos, eso sí es racismo velado”.
Afirmó que esas personas que hoy se oponen al Tren Maya, nada dijeron en 2009, cuando las obras de ampliación a un carril y medio de la carretera 186 Chetumal-Escárcega, fragmentaron totalmente “el flujo hidrológico de la región”, afectando humedales, aguadas, nuestros jagüeyes, así como el tránsito de la fauna.
“Cuando se realizó esta obra no se dio cumplimiento de las condicionantes de impacto ambiental, no se hizo consulta a los pueblos indígenas ni a nadie. Esa carretera fue la que dividió la reserva en dos, esa gran preocupación que actualmente tienen los ambientalistas respecto al Tren Maya, ya ocurrió en ese entonces y nadie se opuso”, reprochó.
Y remató: “Más aún, la carretera número 269 Xpujil-Dzibalchen se hizo sin estudios de impacto ambiental, fragmentó la zona núcleo norte de esta reserva, esta carretera fue construida para los menonitas, si bien es cierto nos ha traído beneficios, tampoco se nos tomó en cuenta en dónde queríamos esa carretera. En ambos tramos carreteros se perdieron incalculables recursos y vestigios de nuestro territorio y entonces nadie dijo nada”.
Con información de Proceso https://bit.ly/3gwStV9