Organizaciones mayas señalan violaciones a sus derechos en Quintana Roo.
Este 2022 comienza el Decenio de las Lenguas Indígenas según la declaración de la UNESCO y en el estado de Quintana Roo entró también a semáforo amarillo por violaciones a los derechos lingüísticos pues hace unos días el hotel Coral de Tulum fue acusado por sus trabajadores de haberles prohibido el uso de la lengua maya en sus horas laborables, dijo Marisol Berlín Villafaña, presidenta de la Academia de la Lengua y Cultura Mayas de Quintana Roo (Acamaya).
En un comunicado señala que las autoridades tradicionales de los Centros Ceremoniales a través del Gran Consejo Maya alzaron la voz para denunciar también el nombramiento de un presunto gobernador pluricultural indígena y lo rechazan “rotundamente pues no es una figura que nazca de las comunidades ni tiene el reconocimiento de la Ley de derechos, cultura y organización indígena de Quintana Roo”.
Esta situación se agravó con el anuncio del gobierno federal de la posible desaparición del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali) para fusionarlo con el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (Inpi).
Es fundamental recordar ante esta situación que los estados nacionales como el mexicano firmaron el Convenio 169 de la OIT, la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos Indígenas, y norman su actividad conforme el artículo 2 Constitucional y las leyes que de ella emanan.
“Lamentamos que en la toma de protesta de Adalberto Yam como gobernador plurinominal indígena de Quintana Roo se contara con el apoyo del Ayuntamiento de Felipe Carrillo Puerto que preside María Hernández porque le dio al evento un carácter oficial y partidista, realizado a espaldas del pueblo y que ofendió a varias organizaciones locales como la Red Lool Chulte’, U muuk’il puk’si’ik’al, la Unión de Colonos Indígenas, la ANIPA, el Gran Consejo Maya y a esta Academia”.
Si bien cualquier ciudadano puede organizarse para hacer cosas lícitas la agrupación que esta nombrando “gobernadores indígenas” responde a intereses poco claros, ilegitimos y van en sentido contrario al respeto a las auténticas autoridades tradicionales mayas.
En el caso del hotel de Tulum que prohibió a sus trabajadores hablar la lengua maya la Acamaya hace un enérgico llamado para que la CONAPRED, el INALI y el INPI se encarguen de reconvenir a esa empresa ya que al encontrarse en territorio maya tienen que respetar nuestro derecho fundamental a usar la lengua materna.
Se debe conminar a este tipo de empresas a generar actividades en la que los visitantes puedan familiarizarse con los mayas, escuchar su lengua y conocer sus tradiciones.
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