La infodemia es un término utilizado ya por la OMS para referirse a la sobreabundancia de información falsa o maliciosa sobre la pandemia y su rápida propagación a través de las personas y de los usuarios de redes sociales: Whatsapp, Facebook, Twitter, Youtube, Instagram, principalmente.
La infodemia no es sólo un problema de contenidos falsos, exagerados o de medias verdades es un desafío por su rápida transmisión. Esto es el resultado del uso de algoritmos para direccionar estos mensajes a los usuarios más desinformados o temerosos.
La infodemia genera percepciones negativas, pánico, desconfianza social, vulnerabilidad y prejuicios que criminalizan a las personas que viven o atienden el coronavirus.
La infodemia potencia teorías de la conspiración para criminalizar a una nación, a una etnia, a una clase social o a una profesión. Las teorías de la conspiración
emparentan con las negacionistas.
La infodemia es el resultado del negocio de intoxicar las redes sociales. Son un negocio, una sofisticada estrategia y no una casualidad. Buscan el máximo
impacto en el tiempo más breve. Se viralizan de manera más rápida que la capacidad de desmentirlas.
Todos estamos afectados por la infodemia porque la rápida transmisión de información falsa genera miedo, desconfianza y polariza en lugar de generar solidaridad, empatía y acción social.