La trata de personas es la captación, transporte, traslado y recepción de personas. Para ello se recurre a amenazas, uso de la fuerza, rapto, fraude, engaño, abuso de poder o situación de vulnerabilidad, concesión o recepción de pagos o beneficios, para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otras con fines de explotación. (Protocolo de Palermo, atículo 3).
La finalidad primordial de esta actividad ilícita es la explotación sexual y laboral, la extracción de órganos, la integración a guerrillas o grupos armados, servidumbre, prácticas esclavistas, robo u otras formas de delincuencia o adopción ilegal sin importar edad, sexo, condición social, credo o raza.
Las víctimas son sometidas a condiciones de trabajo y vida crueles, peligrosas e ilegales.
Lejos de sus hogares, son forzadas a ejercer la prostitución, trabajar bajo el régimen de explotación o realizar actividades ilegales.
Los tratantes pueden ser cualquier persona, hombre o mujer con diferentes profesiones u oficios quienes mediante promesas y engaños, ofrecen oportunidades de trabajo o de éxito dentro o fuera del país, con condiciones muy atractivas.
Entre los factores de riesgo se identifica a la pobreza, la inestabilidad política y social, desempleo o empleos de mala calidad, falta de oportunidades educativas o deserción, limitada capacidad de acceso a servicios sociales y de salud, problemáticas familiares, discriminación, así como impactos por crisis económicas.
Así, la persona tratante les atrae con posibilidades de estabilidad laboral, progreso, educación y acceso a propiedades. Otros de los factores que atraen a las personas son la reunificación familiar, especialmente en el caso de quienes buscan migrar para acercarse a su familia.
Las víctimas
Generalmente quienes son víctimas de este delito temen denunciar por miedo a la deportación o encarcelación. Dado que en ocasiones se encuentran en un país o lugar extraño, no saben a dónde o a quién acudir en busca de ayuda.
Además es probable que sufran amenazas en su contra o sobre su familia y que haya adquirido deudas con la persona tratante (pasajes, alojamiento, alimentación, vestimenta, etcétera).
Los sitios más comunes en donde se detecta este delito son en zonas en donde se ejerce la prostitución, bares o clubes nudistas, lugares de producción de pornografía, agencias de acompañantes, fincas agrícolas, zonas de construcción, industrias informales, fábricas, hoteles y similares, circos, servicio doméstico.
Si tienes conocimiento de este delito, reporta ante el Centro de Atención Ciudadana de la Policía Federal.
Llama desde cualquier teléfono al 088 o utiliza la aplicación PF Móvil.
Con información de PF.