Los adultos mayores demandan ser reconocidos como ciudadanos portadores de derechos y no sólo como simples beneficiarios de programas asistencialistas. Además, “reclaman que sus conocimientos y sus saberes sean apreciados e incorporados a la construcción de una nueva nación con felicidad para todos”, consideró la Secretaria de Bienestar, María Luisa Albores González.
Al presidir la Primera Sesión Extraordinaria del Consejo Directivo del Instituto Nacional de las Personas Adultos Mayores (Inapam), la funcionaria subrayó que este grupo de la población es portador de gran sabiduría, posee un gran liderazgo en sus comunidades y sus familias, y con su trabajo ha sido el pilar del tejido social y fuente de prosperidad. Sin embargo, indicó, enfrentan muchos retos como pobreza, abandono, discriminación y falta de servicios médicos.
“Millones de ellos han llegado a esta etapa de su vida sin el respaldo de una pensión producto de una historia laboral. Por eso es un imperativo moral regresarles a nuestros padres y abuelos algo de lo mucho que ellos nos han dado”, subrayó.
De esta forma, 8.5 millones de mexicanos recibirán la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, tres millones más que al final de la pasada administración.
No obstante, reconoció que, aun cuando se dio un paso fundamental, falta mucho por hacer ya que los adultos mayores requieren, además, de servicios médicos especializados, albergues, casas de día, viviendas y transporte adaptados, aparatos ortopédicos y auditivos, así como de servicios culturales y educativos.
La Secretaria de Bienestar puso énfasis al mencionar que “nunca más la discriminación, nunca más la exclusión hacia los adultos mayores, sino un país que los abriga y les brinda las herramientas para ejercer sus derechos”.