En México existen cinco millones de viviendas abandonadas por la violencia o en desuso debido a que fueron construidas en zonas alejadas de los centros de población o porque carecen de servicios básicos, dio a conocer Román Meyer Falcón, titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).
En entrevista con Excélsior, detalló que, de este universo, 650 mil casas-habitación fueron desalojadas por sus propietarios para huir de la inseguridad, sobre todo en los estados del norte del país como Chihuahua, Sonora, Baja California y Sinaloa, mientras que el resto se considera que son ocupadas sólo una o dos veces al mes.
“Lo cual generó una pérdida para la nación, una pérdida para los trabajadores y un problema urbano de temas de seguridad de espacios públicos a las autoridades locales”, destacó.
El arquitecto con estudios de Maestría en Gestión Creativa y Transformación de la Ciudad indicó que poco menos de la mitad de las viviendas abandonadas ya fueron ocupadas por invasores, con quienes se está tratando de conciliar, en lugar de entablar un litigio, que al final saldría más caro para el gobierno.
“Los procesos de litigio jurídico pueden llegar a costar hasta 100 mil pesos por vivienda, cuando son viviendas que hoy en día en el mercado, por las condiciones en las que se encuentran, ya abandonadas, sin cancelería, sin puertas, saqueadas, quemadas, rondan en los 80 mil pesos, en algunos casos”, detalló.
Román Meyer Falcón subrayó que la meta al término del sexenio es recuperar 171 mil viviendas abandonadas en 58 polígonos, en donde encontraron una mayor concentración de este tipo de casas-habitación.
“Pero recuperarlas bajo un entendimiento de que no es recuperar vivienda por vivienda sino intervenir, mejorar el contexto sobre las viviendas, ya que anteriormente se venían haciendo los trabajos de recuperación: se encontraba la vivienda abandonada se volvía a meter aplanado, se volvía a meter pintura, las puertas, ventanas, las estufas y los baños, pero el contexto inmediato urbano seguía estando igual, eran calles ya destrozadas, sin servicios básicos, no llegaban los servicios por parte del municipio, se volvía a levantar y se volvían a venir abajo”, indicó.
El titular de la Sedatu agregó que la estrategia es recuperar la vivienda con todo su entorno, darle viabilidad con servicios y equipamiento, con mercados públicos y escuelas.
Con información de Excélsior.