La cultura del vino en México ha evolucionado rápidamente. Una muestra de ello es que su consumo per cápita se ha quintuplicado, aseguró Hans Backhoff Guerrero, director general de Monte Xanic, una de las casas vinícolas más antiguas del país.
Monte Xanic ve reflejado el crecimiento del mercado en su propio negocio. Dentro de sus 200 hectáreas tiene una producción anual de aproximadamente 70 mil cajas —es decir, 840 mil botellas—, y espera llegar al millón de estas a lo largo de este año, aseguró Backhoff.
“De nuestra producción, 95 por ciento se va al consumo nacional, y solo 5 por ciento es para el extranjero; sin embargo, tenemos en la mira llegar hasta a 20 por ciento en cuatro años, sobre todo en Estados Unidos”.
Su meta en el mercado nacional, en el mismo periodo, es llegar a 150 mil cajas.
MÁS DEMANDA, MÁS DESAFÍOS
“Estimamos que para poder crecer y mantenernos con 30 por ciento del mercado en los próximos ocho años, tendríamos que plantar alrededor de 19 mil hectáreas, y eso es un reto importante al que debemos empezar a considerar como el foco central para poder incentivar este crecimiento en producciones de plantación”, aseveró el vinicultor.
Parte del aumento que se ha generado en la industria se debe a una transformación cultural:
“Los paladares de las nuevas generaciones son muy diferentes a los de los papás y abuelos. Estamos viendo un consumidor más educado, con mayor formación y madurez, y que se ha animado a probar diferentes vinos”, platicó Backhoff.
Además, resaltó que gracias a dicha exploración que hacen los consumidores, los vinos blanco y rosado han ganado mercado contra el tinto.
Otro de los cambios notables que destacó el experto es que en los últimos años han visto un crecimiento favorable en la cantidad de mujeres que están consumiendo esta bebida. Hoy ellas son el principal mercado.
También la contribución de los jóvenes ha incrementado de forma importante, agregó.
BENEFICIOS DE LA COMPETENCIA
Ensenada ya no es el único lugar en el territorio nacional que está encontrando pasión y talento para hacer vinos. Este contexto de nueva competencia es una buena oportunidad que los obliga a producir, cada vez, mejores vinos.
Más regiones equivalen a más estilos de vino, explicó Backhoff: “Sentimos que la diversidad de los diferentes estilos de vino tiende a dar un poquito más de opciones al consumidor mexicano. Aunque hay que decir que no es casualidad que Baja California siga liderando el mercado”.
COMPRAR LOCAL
Para Backhoff, es fundamental que se apueste por lo local y que se pierda el miedo a las reglas detrás del mundo del vino. “Hay que romper con la idea de que hay un bien y un mal en el vino, porque está hecho para disfrutarse. Creo que es acertado decir que el mejor vino es el que te gusta. Sin embargo, no hay que perder de vista que siempre podemos aprender más y tener un mejor paladar”, concluyó.
Con información de Milenio.