Debido a que, en comparación con el resto de la población, una mujer embarazada tiene hasta seis veces más riesgo de padecer complicaciones respiratorias o incluso morir por el virus de la influenza, es importante que se aplique la vacuna contra la influenza.
Los cambios fisiológicos que presentan las mujeres durante la gestación, las hace más vulnerables y propensas a contraer infecciones.
Por ello, es necesario que se vacunen contra la influenza, sin importar el trimestre de la gestación en el que se encuentren, ya que el biológico es seguro e inocuo para el producto.
La vacuna no solo no afecta al feto, los anticuerpos que genera la paciente después de recibir la inmunización pasan a través de la placenta protegiendo al feto, lo que disminuye el riesgo de que al nacer pueda contraer una infección durante las primeras semanas de vida.
En caso de que una mujer se contagie de influenza durante el embarazo, debe recibir atención médica inmediata, incluido el tratamiento con oseltamivir, medicamento que se utiliza para tratar la influenza que no causa ningún efecto sobre la salud fetal.