La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) elaboró un estudio de calidad a 22 presentaciones de bebidas vegetales y detectó que algunas inducen a pensar que son leche, cuando no lo son.
El análisis se realizó a bebidas denominadas “alimentos líquidos o bebidas” de coco, arroz, soya, almendra, avena y coco con almendra, a través del Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor, del 31 de enero al 11 de marzo de 2019.
El organismo detalló que los especialistas realizaron tres mil 854 pruebas a dichos productos para evaluar la calidad sanitaria, al revisar que no tuvieran microorganismos que dañen la salud y que las etiquetas cumplan con la NOM-051-SCFI/SSA-2010.
La Norma se refiere a las especificaciones generales de etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados-Información comercial y sanitaria, expuso la Profeco a través de un comunicado.
Asimismo, se verificó que el contenido neto correspondiera a lo declarado y su etiqueta fuera veraz, el tipo de grasa, para corroborar si son de origen vegetal y se valoraron los contenidos de proteína, grasa, azúcares, sodio y calcio.
De acuerdo con los resultados, la Profeco determinó que los productos presentaron una adecuada calidad sanitaria, y las bebidas de almendra, arroz, coco, avena y almendra con coco tienen un mínimo aporte de proteína, a diferencia de las bebidas de soya que es mayor.
Sin embargo, expuso que el principal componente es agua, seguido de azúcares, grasas y proteínas, provenientes del vegetal con que fueron preparadas.
Respecto al etiquetado, observó que las marcas Calahua Coconut Milk y A de Coco Coconut Milk pueden inducir a pensar que son leche, cuando se trata de una bebida vegetal.
La bebida de avena marca Santiveri Organic Bio no tiene información del responsable del producto, como razón social y domicilio fiscal; mientras que el alimento líquido de coco marca Terrafertil Nature’s Heart presenta la leyenda “Certified Vegan” y un logotipo Kosher que no comprueba.
Ante ello, recomendó a los consumidores leer la etiqueta, revisar las leyendas precautorias de la marca, verificar las fechas de caducidad de los productos y considerar que estos productos son generalmente más caros que la leche.
Con información de Forbes.