Jornada Cardiológica: Una segunda oportunidad de vida para niños con problemas cardíacos congénitos en Quintana Roo
En el Hospital General de Playa del Carmen, la Secretaría de Salud de Quintana Roo, en colaboración con Medstent Comercial, llevó a cabo la “Jornada Cardiológica de Menores”, una iniciativa que brindó esperanza y soluciones médicas a niños con enfermedades cardíacas congénitas. Este programa, que se realizó del 14 al 16 de noviembre, permitió que diez menores, de entre tres meses y doce años, recibieran intervenciones especializadas, marcando un antes y un después en sus vidas.
Un programa que transforma vidas
Respaldado por la gobernadora Mara Lezama y el secretario de Salud Flavio Carlos Rosado, el programa busca garantizar el acceso a procedimientos médicos de alta complejidad para niños en situación de vulnerabilidad. Estos procedimientos, que en el sector privado son inaccesibles para muchas familias, se llevaron a cabo gracias a la suma de esfuerzos entre el sector público y privado.
Las intervenciones se realizaron en la sala de Hemodinamia del hospital, un espacio equipado con tecnología de punta que permite procedimientos mínimamente invasivos. Según los especialistas, estas intervenciones, que reemplazan a la cirugía de corazón abierto, permiten una recuperación casi inmediata, logrando que los pequeños puedan regresar a casa en dos días.
La importancia del diagnóstico temprano
En entrevista, el doctor Héctor Vicente Gallardo Solórzano, cardiólogo intervencionista a cargo de la sala de Hemodinamia, explicó que las patologías más atendidas en esta jornada fueron la persistencia del conducto arterioso y la comunicación interventricular. “Es crucial atender estas condiciones cuando los niños son pequeños, para evitar que los pulmones se sobrecarguen y esto limite su desarrollo y funcionalidad”, detalló.
Gallardo subrayó la relevancia de los controles de niño sano para identificar estas anomalías desde el nacimiento. “En estos chequeos, los médicos deben escuchar el corazón del bebé con el estetoscopio. Si detectan un soplo o alguna irregularidad, deben derivarlo a un cardiólogo pediatra. Además, signos como la falta de crecimiento o la incapacidad de ganar peso son alertas importantes”, explicó.
El papel de la tecnología y el trabajo en equipo
El éxito de esta jornada no habría sido posible sin el equipo interdisciplinario conformado por el Dr. Víctor, cardiólogo pediatra del hospital, y el Dr. Adrián Chávez, de la Fundación Bebé en Tijuana. “Yo soy cardiólogo de adultos, pero trabajando junto a estos expertos en pediatría, formamos un equipo que no tiene comparación”, comentó el Dr. Gallardo.
La tecnología también jugó un papel clave. En la sala de Hemodinamia, se utilizaron equipos de fluoroscopía que, mediante rayos X, permiten manejar catéteres y dispositivos en el corazón de los niños sin necesidad de abrir el pecho. Este enfoque reduce significativamente el tiempo de recuperación y las complicaciones postoperatorias. “Es maravilloso ver a un niño jugando en casa dos días después de la intervención”, destacó el médico.
El impacto de la colaboración público-privada
El doctor Gallardo enfatizó la importancia de la participación de la iniciativa privada en proyectos como este. “El recurso económico es fundamental. Cuando la iniciativa privada, las autoridades de salud y el equipo médico trabajan juntos, el impacto es enorme. Cada parte aporta algo: recursos, personal, instalaciones, y juntos logramos ayudar a los niños que más lo necesitan”, afirmó.
En esta jornada, ocho de los diez niños intervenidos ya fueron dados de alta, mientras que dos permanecieron bajo observación. Aunque una de las pacientes presentó complicaciones, Gallardo expresó optimismo sobre su recuperación, gracias al esfuerzo conjunto del equipo médico.
Un llamado a la prevención
Además de destacar los logros de la jornada, el cardiólogo hizo un llamado a la población sobre la importancia de la prevención. “Los padres deben estar atentos al crecimiento y desarrollo de sus hijos, y llevarlos a revisiones regulares. Si nosotros no estamos pendientes de ellos, nadie más lo hará”, advirtió.
Finalmente, el doctor también recordó a los adultos la importancia de cuidar su salud cardiovascular. “En Quintana Roo vemos muchos casos de infartos en gente joven, lo cual es alarmante. Por eso, tanto niños como adultos deben priorizar los chequeos médicos”, concluyó.
Un programa con futuro
La Jornada Cardiológica de Menores no solo salvó vidas, sino que también dejó un mensaje claro: con voluntad y colaboración, es posible brindar soluciones médicas a quienes más lo necesitan. Este programa, que continuará ofreciendo esperanza a más familias, refuerza el compromiso del estado con la salud infantil y la equidad en el acceso a servicios médicos especializados.
Para más información, el Dr. Gallardo invitó a los interesados a acercarse al Hospital General de Playa del Carmen, donde tanto él como su equipo están disponibles para atender a la comunidad.