Después de que se conoció su expediente desclasificado, elaborado por la extinta Dirección Federal de Seguridad (DFS), el presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó que haya sido militante del Partido Comunista, pero reconoció que apoyaba a luchadores sociales cuando era funcionario del gobierno federal hace décadas.
Por eso, insistió, no todo lo que viene en los expedientes de las antiguas áreas de espionaje son verdaderas. Su presunta relación con el Partido Comunista era una afirmación de Miguel Nazar Haro (1924-2012), quien dirigió la DFS.
Sobre la decisión de hacer públicos los expedientes de la DFS y del también desaparecido Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), López Obrador aseguró que los expedientes contienen muchas falsedades y por lo cual se reprimió a muchos dirigentes sociales y campesinos “que ni sabían qué era el comunismo. Entonces, nunca más un sistema autoritario, que se persiga a las personas por sus ideales, por su militancia partidista. Eso se termina”.
“Por eso la desaparición del Estado Mayor Presidencial, la desaparición del Cisen, las Islas Marías se cierran. Por eso ya no se espía a nadie, no se escuchan llamadas de los opositores”.
Reconoció que cuando se determinó la apertura de los expedientes, se le sugirió que se reservara el suyo, porque iba a generar polémica que Nazar dijera que el ahora mandatario era del Partido Comunista. Pero López Obrador dijo que al final se determinó la apertura también de esos datos.
Por otro lado, confirmó que en breve se darán a conocer pormenores de las irregularidades detectadas en el sector salud, donde se destinaban hasta 4 mil millones de dólares para comprar medicinas y en los hospitales “no hay un mejoral”.
Señaló que si bien no se puede hablar todavía de responsabilidades de ex funcionarios del sector por la compra de medicamentos a precios elevados, “había cuando menos omisión y había en el negocio hasta políticos”. Anticipó que se van a dar a conocer nombres de las empresas como parte de la estrategia de combate a la corrupción.
Al referirse de nueva cuenta al abucheo de gobernadores durante sus actos públicos, ratificó su rechazo a esas expresiones de infantilismo político, atribuible, dijo, a los dirigentes más que a la gente que acude a los encuentros.
Señaló que poco a poco se superará, pero lo que está mal “es que se piense que yo promuevo eso. Eso si está mal, sobretodo la prensa fifí que pretende culparme de todo”.
Con información de La Jornada.