El gobierno de Honduras envió ayer una carta a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) mexicana para quejarse de las declaraciones “sin sustento” de Olga Sánchez Cordero, la secretaria de Gobernación, según la cual se estaría preparando una “caravana madre” de 20 mil personas que pretenderían llegar a Estados Unidos.
El gobierno de ese país denunció que las declaraciones de Sánchez Cordero “desataron un movimiento extraordinario e inesperado de redes sociales, activando todos los portales web desde los que habitualmente se han realizado convocatorias para los desplazamientos masivos de personas”, y que podrían convertirse en “detonantes de la migración irregular”.
En la misiva dirigida a Marcelo Ebrard Casaubón, la canciller hondureña, María Dolores Agüero, insistió en que hasta el miércoles pasado los cuerpos de inteligencia hondureños “descartaban cualquier tipo de movilización en forma de caravana, de igual forma que se descartaron las fallidas convocatorias del 17 de febrero y 17 de marzo”.
La diplomacia hondureña no fue la única en expresar su “malestar” sobre la declaración de Sánchez Cordero.
La organización Pueblos Sin Fronteras, que acompañó la caravana conocida como “éxodo centroamericano” a finales del año pasado, criticó de manera severa a la funcionaria mexicana, a la que acusó de hacerle el juego al gobierno estadunidense de Donald Trump.
Según la organización, el pasado 26 de marzo, después de reunirse en Miami con Kirstjen Nielsen –la titular del Departamento de Seguridad Interna (DHS)—, Sánchez Cordero “comenzó a propagar la formación de una supuesta ‘Caravana Madre de más de 20 mil personas (…) y no presentó pruebas ni mencionó detalles”.
En un comunicado publicado ayer, la organización sostuvo que, al promover la idea de una “caravana madre”, la secretaria de Gobernación “está coadyuvando a una crisis migratoria que justifica la ampliación y reforzamiento del muro, ¡justo lo que Trump ha estado buscando!”.
El documento abunda: “Ella misma reconoce que la información la recibe de la secretaria Nielsen; la misma Nielsen que enjaula a niñas y niños migrantes, la misma Nielsen que separa a miles de familias, que encarcela a solicitantes de asilo, que viola el derecho internacional al refugio. Esta es la persona que dicta la nueva política migratoria mexicana”.
A finales del año pasado, organizaciones de la sociedad civil señalaron que la caravana que salió el 12 de octubre de San Pedro Sula, en Honduras estaba conformada por unos cientos de personas, pero que cuando Trump –entonces en campaña electoral– la atacó de manera reiterada en redes sociales y discursos, se hizo famosa y miles de personas se unieron al grupo.
Con información de Proceso.