La erosión de los arenales de Playa del Carmen se ha convertido en una problemática cíclica que amenaza no solo el equilibrio ecológico de la región, sino también su atractivo turístico y su economía. Frente a esta situación, organizaciones ambientalistas y ciudadanos han lanzado un llamado urgente para replantear el manejo costero y adoptar soluciones sostenibles basadas en estudios científicos.
Durante años, la implementación de medidas improvisadas, como la instalación de geotubos y espigones, ha demostrado ser insuficiente y, en algunos casos, contraproducente. Estas estructuras, diseñadas para proteger zonas hoteleras específicas, han alterado la dinámica natural del mar, agravando la erosión en otros sectores. Según especialistas, estas soluciones temporales han intensificado el deterioro de las playas, dejando en evidencia la necesidad de un enfoque integral.
Ante este panorama, se ha propuesto realizar un diagnóstico integral con el apoyo de expertos internacionales en manejo costero. Instituciones como el Instituto de Ciencias del Mar de Cuba han sido señaladas como referentes, debido a sus exitosos modelos en otras regiones. Estos expertos advierten que los diagnósticos actuales, muchos de los cuales datan de 2009, son obsoletos. “No se puede trabajar con información desactualizada. Es indispensable contar con datos recientes para diseñar soluciones efectivas”, señalaron.
Las organizaciones han hecho un llamado al gobierno municipal y federal para actualizar los estudios y considerar estrategias sostenibles que no solo restauren las playas, sino que también aseguren su conservación a largo plazo. Subrayan que las intervenciones actuales han beneficiado principalmente a sectores hoteleros, mientras que las playas públicas han quedado en el olvido.
Además, proponen establecer un plan de mantenimiento constante para monitorear y garantizar la viabilidad de las playas en el futuro. “La recuperación no puede ser un evento único; debe ser un compromiso permanente que involucre a todos los sectores, desde el gobierno hasta la ciudadanía”, destacaron los defensores de la iniciativa.
En un llamado enérgico, los ambientalistas exigieron que se deje de lado la burocracia y se actúe con urgencia. “Playa del Carmen no puede seguir soportando improvisaciones. Sin playas saludables, el paraíso que atrae a millones de visitantes cada año estará en riesgo”, concluyeron.
La propuesta busca no solo salvar los arenales de Playa del Carmen, sino también garantizar un futuro sostenible para la región, equilibrando las necesidades del medio ambiente, la población local y la industria turística.
