En la negociación del contrato colectivo con el Sindicato de Trabajadores Petroleros, el gobierno federal consiguió un ahorro de mil 600 millones de pesos con la reducción de 80% de beneficios que recibían sus dirigentes, informó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Obtuvimos un ahorro a prestaciones que se daban a dirigentes sindicales de mil 600 millones de pesos”, destacó en su conferencia matutina.
El mandatario aclaró que, al revisar el Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) 2019-2021 del sindicato liderado por Carlos Romero Deschamps, se mantuvieron las prestaciones a los trabajadores.
“No hay nada que les afecte. El ajuste se hizo arriba, es decir, en lo que establece el contrato colectivo de apoyos para los dirigentes en gasto de comisión, de viáticos, todo eso que está establecido en el contrato. Se llegó a un acuerdo de una disminución del orden del 80%”, detalló.
Luego, reiteró que el ahorro será de mil 600 millones de pesos “demostrables”. Lo demás, dijo, “sería el deseo de pelearnos por pelearnos o las balandronadas. Y eso no tiene que ver con nosotros. Eso tiene que ver con la corrupción que existía antes, para que no nos confundan”.
López Obrador reconoció la “voluntad” de los dirigentes sindicales “porque se trataba de algo que ya habían logrado, que tenían establecido en el contrato. Y, en este caso, fueron sensibles y entendieron que ya no es posible mantener esas prestaciones muy especiales para la dirección del sindicato”.
Sin embargo, negó que Romero Dechamps haya vencido al gobierno federal y adelantó que pedirá al director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Octavio Romero, que explique los términos en los que se firmó el contrato colectivo de trabajo.
En la negociación con el gobierno, los petroleros lograron un “bono de productividad” de 30.85% de su salario ordinario. Dicho porcentaje es el mayor monto obtenido desde el 2013.
Reforma laboral “autentica”
El presidente López Obrador aseguró que su gobierno es respetuoso de los sindicatos, pero “lo que busca es convencer de que ya no puede haber privilegios para nadie, nada más que todo se hace de conformidad con la ley”.
También explicó que su gobierno inicia una etapa nueva a partir de la reforma laboral “auténtica”, ya que la que se hizo en el periodo neoliberal, como parte de las llamadas reformas estructurales, “solo significó quitarles derechos a los trabajadores”.
Ahora, según dijo, “se garantiza la libertad sindical. Tiene que haber democracia. No hay sindicatos paraestatales, no se auspicia lo que coloquialmente se conoció como sindicalismo charro, durante muchos años. No se auspicia tampoco a sindicatos blancos, hechos por los mismos patrones para no garantizar buenos salarios y prestaciones. Todo eso se termina”.
El mandatario agregó que la intención no es afectar a los trabajadores, sino bajar los privilegios de los dirigentes. Explicó que la nueva etapa será de libertad sindical, con elección de dirigentes “con voto libre y secreto” y respeto a la autonomía de los sindicatos.
Con información de Proceso.