El 26 de marzo pasado, después de tres años de organización, el Sindicato Petroleros de México (Petromex) consiguió su registro oficial ante la Secretaría del Trabajo, y después de cerrar Marina Nacional por más de cinco horas este jueves consiguieron una reunión en la que Petróleos Mexicanos (Pemex) los reconoció oficialmente como representantes sindicales.
“Le damos las gracias a nuestro querido presidente de la República (Andrés Manuel López Obrador) porque ya la libertad sindical es un hecho. Hemos hecho historia”, aseguró Yolanda Morales, secretaria general de Petromex, al informar a sus agremiados.
Ahora, después de 86 años de tener sólo un sindicato, los empleados petroleros podrán decidir si se afilian al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) o a Petromex.
Este reconocimiento también significa que Petromex buscará tener el Contrato Colectivo de Trabajo, es decir, el documento que establece la relación laboral entre Pemex y los trabajadores, y que en este momento ostenta el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), que dirigió Carlos Romero Deschamps durante los últimos 26 años.
La presión para conseguir esto comenzó el jueves desde las 8 de la mañana cuando decenas de agremiados bloquearon un sentido de la avenida Marina Nacional, frente a la torre corporativa de Pemex. Buscaban conseguir una reunión con Octavio Romero, el director de la empresa, tras intentarlo durante siete meses sin éxito.
Aunque en ese momento sólo fueron recibidos por Carlos Mario Jasso, de la subgerencia de Relaciones Laborales, consiguieron la instalación de una mesa de negociación en la Secretaría del Trabajo por la tarde.
En la reunión, realizada en el edificio de la Secretaría en avenida Reforma, lograron firmar una minuta por parte del director jurídico de Pemex, Jorge Kim Villatoro, informó el vocero Óscar Solórzano a los trabajadores que los esperaban en la concentración afuera de Marina Nacional.
El primero acuerdo es que “se reconoce nos reconoce como sindicato nacional petrolero” con sus 18 secretarios seccionales en el país. Según les dijeron, no lo habían hecho antes porque “no tenían conocimiento de nuestra toma de nota”, pero ahora “ya lo tienen claro y hasta nos señalaron el mecanismo de las cuotas obrero patronales”, afirmó el vocero.
También acordaron otra reunión para el próximo 8 de noviembre donde Pemex y el nuevo sindicato propondrán un formato para las afiliaciones. “Presentaremos un documento para no hacer el viacrucis de afiliaciones, sino para elaborar un solo documento a propuesta de ambas partes donde se desafilie (del STPRM) y se afilie (a Petromex) y se reconozca que Petromex es gestor”.
Mientras que para el 25 de noviembre entregarán una primera lista de expedientes de trabajadores que han sido acosados laboralmente por funcionarios del STPRM. “Se revisarán los casos de quienes han sido prejubilados, rescindidos, o no han sido ascendidos”, debido a ser parte del nuevo sindicato, les informó Solórzano.
Por la tarde, la dirigencia de Petromex exponía que sólo pedía que se cumpliera con la libertad sindical contenida en los Convenios 98 y 135 de la Organización Internacional del Trabajo y, por tanto, exigían el reconocimiento como sindicato por parte de las instancias de gobierno correspondientes: la Secretaría del Trabajo y Pemex de la actual administración.
“Somos férreos defensores de la Cuarta Transformación y le queremos decir al señor presidente que alguien lo está engañando y no somos nosotros, no estamos pidiendo un solo peso del presupuesto como lo ha hecho Romero Deschamps, estamos pidiendo que se cumpla la libertad sindical”, dijo Óscar Solórzano antes de la reunión en la Secretaría del Trabajo.
Acoso laboral del STPRM
Aseguran que en su intento por conformar otra organización sindical han sido acosados laboralmente por funcionarios de Pemex e integrantes del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), organización que ha mantenido el control de las condiciones de trabajo de los empleados durante los últimos 86 años.
Laura González López es empleada del Hospital Central Norte de Pemex en el área de análisis clínico, pero en el último medio año se ha recrudecido el hostigamiento. Primero le negaban permisos para faltar, pese a ser un derecho como parte de sus prestaciones, e incluso, retrasaban la firma de sus superiores para tramitar sus vacaciones o “hasta nos mandan gente a que nos vigile”.
Desde hace meses se integró a Petromex y ahora ocupa la cartera de Secretaría de la Mujer, pero esta vez incluso le llegó una notificación de su “prejubilación”, pese a que ella no lo tramitó. “A partir del 11 de octubre me prejubilaron por pertenecer a Petromex, y todavía no me tocaba”.
Por eso, dice en entrevista, acudió a la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (Profedet) para demandar esta irregularidad. Después de una primera demandar, ya hubo una conciliación con el jurídico de Pemex y el próximo lunes me tendrán una respuesta. “Lo que quieren es quitarnos del camino”, dice, pero ella continuará en el nuevo sindicato.
Mientras que en Naranjos, Veracruz, Francisco Javier González, trabaja como chofer y ayudante, pero cada vez que se inconforma por alguna orden en la que no está de acuerdo sufre las consecuencias como no darle asignaciones de trabajo.
Entre las cosas en que está en desacuerdo es “ir a pintar las casas de los funcionarios, o a algunos les piden dinero. Los meten a trabajar, pero tienen que pagar cierta cuota y eso no se debe de hacer”, dice. Incluso “a los trabajadores que no votaban por el PRI, los congelaban”.
El caso extremo, dice Óscar Solórzano, el vocero de Petromex, es que el hijo menor de Alberto Argueta, dirigente de la delegación de Naranjos, Veracruz, fue secuestrado. Según los sindicalistas, se trata de un acto en respuesta que dicha zona es la “que más afiliados ha aglutinado y se los ha arrebatado a Romero Deschamps”.
Otro más es Rogelio Valdemar, miembro de la Comisión Nacional de Honor y Justicia, a quien le rescindieron contrato. Pero también hay casos de trabajadores a los que les niegan ascensos, permisos, o amenazan con investigarlos, asegura el vocero Solórzano.
Con información de Animal Político.