Tras determinar que Emilio Lozoya Austin mintió en su declaración de situación patrimonial y escondió, entre otras cosas, “una cuenta bancaria que registraba saldos de cientos de miles de pesos” mientras era director general de Pemex, la Secretaría de la Función Pública (SFP) inhabilitó al excolaborador de Enrique Peña Nieto por un periodo de 10 años.
En paralelo a esta sanción administrativa, Lozoya está en el centro de la investigación que lleva a cabo la Fiscalía General de la República (FGR) sobre los sobornos que pagó la empresa brasileña Odebrecht en México, pues tres exdirectivos de la empresa declararon ante la justicia de Brasil que entregaron 10.5 millones de dólares al exfuncionario, primero, mientras coordinaba los asuntos internacionales de la campaña de Peña Nieto, y luego, al frente de Pemex.
De acuerdo con los exdirectivos de Odebrecht, las transferencias de sobornos se llevaron a cabo a través de sociedades offshore y terminaban en el banco Gonet, en Suiza, en una cuenta supuestamente operada por Lozoya, como lo reveló la organización periodística Quinto Elemento Lab en Proceso.
En un boletín emitido esta la tarde, la dependencia a cargo de Irma Eréndira Sandoval aseveró que inhabilitó a “dos altos mandos” de Pemex por irregularidades.
Apro pudo confirmar que se trata de Lozoya Austin y su exasesor y amigo Edgar Torres Garrido, al que colocó al frente de Pemex Fertilizantes cuando esta subsidiaria adquirió Grupo Fertinal.
La SFP también inhabilitó e impuso una multa de 620 millones de pesos a Edgar Torres Garrido, un personaje muy cercano a Lozoya, quien después de la salida del exdirector de Pemex se asoció con él en su fondo de inversión Makech Capital, donde funge como “Jefe de Inversiones”.
La SFP aseveró que el hombre autorizó la compra de Grupo Fertinal con un sobrecosto de 620 millones de pesos.
En febrero pasado, Proceso reveló que, en 2015, Lozoya y su equipo de asesores –del que Torres Garrido formaba parte– diseñaron la compra de Grupo Fertinal al oscuro empresario Fabio Massimo Covarrubias y bautizaron la operación “Proyecto Kimora”, que consistió en un triple desfalco a Pemex y tuvo entre sus protagonistas al multimillonario Ricardo Salinas Pliego.
Con base en documentos oficiales, este semanario mostró que, a través de un fideicomiso abierto en Banco Azteca, los accionistas de Grupo Fertinal vendieron su empresa a Pemex por 203.4 millones de dólares, cuando en realidad sus activos, que consistían en una planta de fertilizantes en Michoacán y una mina en Baja California, valían 15 millones de dólares, es decir, diez veces menos.
Además, Pemex compró la empresa con todo y una deuda de 425.8 millones de dólares que debía a Banco Azteca y Arrendadora Internacional Azteca –ambas de Salinas Pliego–, y que la petrolera reembolsará durante los próximos 16 años, gracias a un préstamo que obtuvo de Nacional Financiera, Bancomext y Banco Azteca, de nuevo.
Y no solo esto: Proceso también exhibió que, unas semanas antes de la transición, los accionistas de Grupo Fertinal se otorgaron a sí mismos –y con el visto bueno de Arrendadora Internacional Azteca– un dividendo por 871 millones 500 mil pesos, que Pemex pagó el día que adquirió formalmente la empresa. De este monto, 619 millones de pesos se entregaron “en efectivo”.
Con información de Proceso.