El pasado mes de noviembre se dio a conocer que el Sistema de Administración Tributaria (SAT) junto con la Asociación de Bancos de México (ABM), pondrán en marcha el programa de Facturación Instantánea que entrará en vigor el primer trimestre de 2020, mismo que tiene el objetivo de facilitar el proceso de facturación a los contribuyentes que hagan compras con tarjetas de crédito o débito.
El tema ha alarmado a la sociedad, pues en redes sociales se ha tergiversado la información con respecto a lo que este programa podría implicar, por ello, Jorge Sánchez Hernández, Socio Director de Impuestos y Servicios Legales de Deloitte México, aclaró que “se han mezclado una serie de temas por lo que efectivamente en los medios de comunicación y redes sociales hay una gran desinformación. Como antecedente, vale la pena comentar que la facultad que tienen las autoridades de revisar nuestras cuentas no es nueva, eso existe desde hace varios años”.
“Todo empieza a complicarse cuando anuncian que existe esta factura y que va a estar ligada a la tarjeta, entonces el SAT va a tener la información y nos va a revisar las tarjetas de crédito. En primera, ya lo puede hacer y en segundo lugar, aunque el tarjetahabiente no pida su factura, esa información ya la tiene el propio SAT”, aclaró Sánchez.
Jorge informó que no hay de qué preocuparse si estamos al corriente con nuestros pagos de impuestos como contribuyentes y si tuviéramos alguna diferencia de excedente, existe la ley que otorga 20 días para aclararlo.
“Ellos tienen la capacidad de acceder a nuestras cuentas de banco y de tener información para confirmar si los egresos que tenemos son equivalentes a los ingresos que declaramos. Es un tema que se conoce como discrepancia fiscal y lo que buscan las autoridades es comparar el nivel de gastos que tiene una persona con el nivel de ingresos que reporta, evidentemente si los gastos se exceden de los ingresos puede haber una discrepancia. Si gasto más de lo que ingreso, tenemos que explicar de dónde viene y hay una disposición en la ley que otorga 20 días para aclararlo”, explicó Sánchez.
La Facturación Instantánea es una nueva facilidad administrativa que consiste en que cuando paguemos con una tarjeta de crédito o débito, en algún punto de venta, se emitirá la factura fiscal de manera inmediata. “Lo que busca esta facilidad es que al momento de que se pague, de manera automática se emita el comprobante fiscal, es una opción en donde puedo o no pedir la factura, pero si la pido tengo que tener vinculado mi Registro Federal de Contribuyentes a la tarjeta”, confirma el Director de Impuestos y Servicios Legales de Deloitte.
El programa de Facturación Instantánea estará dirigido a negocios pequeños como gasolineras, farmacias y restaurantes. Se emitirá de forma voluntaria y aún están afinando las reglas con las que empezará a funcionar.
Con información de Excélsior.