En 1988, la Unesco declaró patrimonio de la humanidad a la reserva de la Biosfera de Sian Ka´an, con más de 650 mil hectáreas extendidas en pleno corazón maya, 120 kilómetros de norte a sur, entre los municipios de Tulum, Felipe Carrillo Puerto, Solidaridad, Bacalar y Othón P Blanco, todos en Quintana Roo.
Sian ka’an comprende playas, dunas, cenotes, arrecifes de coral, sitios arqueológicos y una selva tropical.
Especies representativas de México como árboles de chicozapote, guayabillo y despeinada. Mientras que la fauna, jaguares, pumas, ocelotes, tigrillos, venados de cola blanca, tortugas caguamas, cocodrilos, manatíes y osos hormigueros, cohabitan en Sian Ka´an.
Un lugar único en el mundo porque, además, tiene un sistema de ríos subterráneos de agua dulce que interconectan los cenotes y los Petenes de la reserva.
Manglares rojos, negros, blancos y grises integran también este cielo; que de acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), esta reserva es una de las más grandes áreas de manglar por lo que es un espacio de alimentación y descanso de casi 300 diversos tipos de aves, incluidas las migratorias.
Además es uno de los dos sitios en México donde anida, se alimenta y reproduce el flamenco rosa; también un lugar clave para algunas tortugas marinas y el cocodrilo de pantano.
Pero este lugar donde nace el cielo en las últimas semanas, literalmente, ha ardido cual llamas de infierno, incendios forestales que han consumido más de seis mil hectáreas de esta reserva.
De acuerdo con el Centro Estatal de Control de Incendios Forestales, hasta el 13 de julio se habían registrado 37 incendios activos; 14 de éstos comenzaron como una quema agropecuaria, diez fueron propiciados por cazadores, cuatro a causa de fumadores, cinco corresponden a la quema en basureros, otros tres se iniciaron de manera intencional y uno más se desconocen las causas.
En tanto que la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas ha detectado que estos incendios fueron provocados en su mayoría por cazadores y pescadores ilegales que ingresan al lugar.
Y es que es una práctica común que los cazadores prendan fuego a la sabana para facilitar ver a los venados, aun cuando esta actividad está prohibida.
Más de 110 personas entre bomberos y personal de Conafor han trabajado durante más de 20 días para sofocar el fuego, sin embargo, el pasado domingo, justo cuando el incendio ‘Muyil’ al norte de la reserva de la Biosfera de Sian Ka’an había sido apagado por completo; devastando más de tres mil hectáreas, este mismo día se encontró otra conflagración en la zona conocida como ‘Uaymil’ que afectaba al momento 500 hectáreas.
Los especialistas adelantan que podrían tardar hasta 200 años para que recupere este cielo maya.
Con información de Noticieros Televisa.