En el marco del Día Mundial de la Libertad de Prensa, el Relator Especial de la ONU para Libertad de Expresión David Kaye afirmó que la impunidad por asesinatos de periodistas en México sigue siendo crítica y consideró que los gobiernos “inseguros que le temen a la verdad” prefieren “matar al mensajero en lugar de lidiar con el mensaje”.
“La crisis de las amenazas y la impunidad por asesinatos de periodistas sigue siendo crítica en México”, dijo Kaye en un mensaje dirigido a la prensa en Ginebra.
Kaye también deploró la situación que se vive en otros países como Arabia Saudita, con el asesinato de Jamal Khashogghi en el que los responsables de concebir, planear y perpetrar el crimen siguen al abrigo de una “impunidad escandalosa”; en Filipinas, donde se continúa hostigando a María Ressa y Rappler, así como al medio de comunicación independiente que fundó y conduce.
Asimismo, en Myanmar dos periodistas de Reuters, Wa Lone y Kyaw Soe Oo, pagan con su libertad por su investigación en la que descubrieron evidencia de la complicidad militar en las matanzas y limpieza étnica de los rohingya. Decenas de periodistas (si no más) siguen tras las rejas en Turquía, y los derechos básicos de buscar, recibir y difundir informaciones apenas existen en China, remarcó.
Hasta la fecha, continuó Kaye, en Malta los responsables del asesinato de Daphne Galizia Caruanza tampoco han rendido cuentas.
El Día Mundial de la Libertad de Prensa fue establecido hace un cuarto de siglo para reafirmar la importancia de una prensa libre, independiente y pluralista en las sociedades democráticas y el disfrute de los derechos humanos. Cada año se marca como una celebración de los medios de comunicación, “y debemos seguir haciéndolo”, llamó.
“Pero la celebración en insuficiente, admitió Kaye quien consideró que “los autócratas y demagogos muy a menudo denigran a la prensa, con graves consecuencias para la seguridad, la democracia y el derecho del público a saber. Hoy en día, más que nunca, no sólo se necesitan celebraciones genéricas, sino que es imperativo llevar a cabo medidas concretas para mejorar la libertad de prensa en todo el mundo”.
Según el experto de la ONU en este ambiente de amenazas, “seguimos escuchando cómo los políticos denigran a los periodistas tachándolos de enemigos”.
Vemos que los gobiernos bloquean el Internet para proteger que la información salga a pleno sol, dijo Kaye en clara referencia al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela que cortó servicios de la red durante las manifestaciones en su contra.
“Leemos sobre investigaciones y juicios a periodistas y sus fuentes por hacer sonar la alarma o exponer irregularidades”, remarcó Kaye.
“Además nos enteramos de sistemas de vigilancia de gobiernos contra periodistas a través de las fronteras”, deploró el Relator.
A su modo de ver se viven tiempos de desinformación en los que las leyes creadas para luchar contra las “noticias falsas (fake news)” en realidad lo que buscan es limitar la crítica.
No todo es sombra
No obstante, mencionó algunos puntos brillantes ocasionales en el sombrío horizonte que vive la libertad de prensa como la despenalización de la difamación en lugares como Liberia y Ruanda, la reafirmación de la libertad de prensa por la Asamblea General de la ONU y el Consejo de Derechos Humanos y la eliminación de las restricciones a la libertad de prensa en lugares como Etiopía y Ecuador.
De igual forma, organizaciones filantrópicas se han dedicado a apoyar a los medios independientes, mientras que muchos medios de comunicación han mostrado un renovado compromiso con el periodismo de investigación en vista de las amenazas. “Sin embargo, esos puntos brillantes son muy pocos y, a menudo tenues en su sostenibilidad”.
Finalmente, el Relator para Libertad de Expresión urgió a los Estados a ir más allá de las palabras, más allá de las resoluciones, y tomar una acción inmediata y duradera para garantizar la seguridad de los periodistas, la independencia de los medios de comunicación y la pluralidad de las voces.
“Ese es el reto para el próximo año: la traducción de la celebración en acción, estigmatizar y reprimir a los que atacan el periodismo, y dedicar más recursos para el gran proyecto de la libertad de prensa”, concluyó.
Con información de Proceso.