El número de personas que solicitaron asistencia pública por desempleo en Estados Unidos aumentó la semana pasada, evidencia de la aguda crisis económica que está causando el coronavirus COVID-19.
La cifra semanal de solicitudes de la semana pasada — la 18va semana en que el número sobrepasa el millón– fue de 1.4 millones, un aumento frente a los 1.3 millones la semana previa. Antes de la pandemia, la cifra nunca había pasado de 700,000.
El aumento subraya el inmenso protagonismo que están teniendo los pagos de compensación por desempleo en el sistema de bienestar social estadounidense, justo cuando está a punto de expirar el subsidio adicional de 600 dólares semanales.
En total, según informó el jueves el Departamento del Trabajo, unas 32 millones de personas están recibiendo subsidios por desempleo, aunque esa cifra podría abarcar redundancias en algunos estados.
Algunos economistas calculan que la cifra verdadera es de alrededor de 25 millones.
Otras 975,000 personas solicitaron asistencia bajo un programa distinto para trabajadores independientes que por primera vez entró en vigor.
Esa cifra no está ajustada estacionalmente, por lo que se reporta separadamente.
El resurgimiento del virus en partes de Estados Unidos ha obligado a muchos negocios a volver a cerrar o a imponer más restricciones a su clientela acatando las órdenes estatales.
La contracción resultante de la actividad empresarial probablemente inhibió el empleo y desató otra ronda de despidos.
El desembolso de 600 dólares semanales otorgado por el gobierno federal –por encima del beneficio que otorga cada estado– es la última fuente de asistencia económica que queda del paquete de 2 billones de dólares aprobado en marzo por el Congreso.
Prácticamente ya ha expirado un programa menor de créditos empresariales y uno que envió cheques de 1.200 dólares a cada vivienda.
El Congreso negocia actualmente otro rescate económico que podría prorrogar el beneficio de 600 dólares, aunque probablemente a un menor nivel.
Debido a esos 600 dólares semanales, unas dos terceras partes de los desempleados están actualmente recibiendo más dinero de lo que ganaban en sus empleos, según estudios recientes, lo que ha provocado quejas de los republicanos de que el programa está desalentando a la gente de buscar trabajo.
Aun así, ese dinero se ha convertido en un recurso indispensable para quienes perdieron empleos que han dejado de existir o que temen contraer el virus si regresan a trabajar.
Con información de Noticieros Televisa https://bit.ly/30IyrjY