Los líderes demócratas en el Congreso federal estadunidense abandonaron el encuentro que se realizaba en la Casa Blanca con el presidente Donald Trump, luego de que éste ofendió a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
El desencuentro en la mansión presidencial reafirmó la guerra entre Trump y los demócratas del Capitolio, encabezados por Pelosi, tras la decisión de la mayoría legislativa de someter a juicio político al presidente.
Al salir de la Casa Blanca, Charles Schumer, líder de la minoría demócrata en la Cámara de Senadores, reveló a los reporteros que, durante la sesión, Trump calificó a Pelosi como “una política de tercera clase”.
El nuevo rompimiento y los adjetivos usados por el magnate para hablar de la líder demócrata exponen claramente su frustración por la investigación que se sigue en su contra en el Congreso federal.
A puerta cerrada, los Comités de Inteligencia, Judicial y de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes continúan recopilando información que incrimina a Trump en sus presuntas intenciones de buscar injerencias extranjeras para manipular las elecciones de 2020.
Furioso por el comportamiento de Trump durante el encuentro de este miércoles, Steny Hoyer, sublíder de la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes, afirmó en la Casa Blanca que nunca en su larga historia política había visto a un presidente tan irrespetuoso y grosero.
La infructuosa reunión entre Trump y los líderes del Congreso fue convocada supuestamente para seguir trabajando sobre los intereses de Estados Unidos, sin importar la investigación contra el presidente para eventualmente enjuiciarlo.
Schumer sostuvo que mientras duró el encuentro hablaron de la crisis en Siria por la invasión de Turquía, al norte de ese país, pero al surgir los primeros desencuentros el mandatario comenzó a gritar y a demostrar su frustración.
Esta semana Trump ordenó el retiro de tropas estadunidenses del norte de Siria, lo que permitió el ingreso de las fuerzas turcas para atacar a los kurdos, hasta hace poco aliados de Estados Unidos para contener y eliminar a elementos del grupo terrorista Estado Islámico.
La decisión de Trump causó irritación entre sus mejores aliados en el Congreso, como el senador de Carolina del Sur, Lindsey Graham, quien expresó que el presidente se llenará las manos con sangre de los kurdos que podrían ser masacrados por Turquía.
“El presidente se está equivocando terriblemente con lo que está haciendo”, dijo Graham tras el rompimiento con los demócratas en la Casa Blanca.
El retiro de las tropas estadunidenses de Siria se ha interpretado como si Trump hubiese dado luz verde a Turquía para invadir y masacrar a los kurdos, quienes eran los grandes aliados de occidente en la lucha por contener y eliminar a los terroristas.
Con información de Proceso.