El narco-jet que se estrelló con más de una tonelada de cocaína en el municipio de Othón P. Blanco, es otra muestra del dinamismo de la ruta del narcotráfico en la frontera sur de México, específicamente en Quintana Roo.
La aeronave DH125 estaba cargada con una tonelada 200 kilos de cocaína y se desplomó en la selva baja en los límites ejidales de El Cedral y San Pedro Peralta.
A causa del impacto falleció el piloto de origen colombiano de entre 40 y 45 años de edad, mientras que la persona que los acompañaba, de nacionalidad mexicana, está internada en el Hospital General de Chetumal, bajo custodia policial y militar, pues presuntamente es un narcotraficante conocido como “El Sinaloense”.
El avión con matrícula N18BA, aparentemente sobrepuesta, está clavado en la selva, en un lugar al que los elementos del Ejército Mexicano pudieron acceder luego de abrir una brecha de más de un kilómetro a punta de machetes.
La ruta del narcotráfico en el municipio de Othón P Blanco con los límites de Bacalar se ha reactivado en los últimos años, pues el año pasado fue utilizado por los delincuentes al habilitar pistas clandestinas en las comunidades Payo Obispo, Río Verde y Miguel Alemán, en el municipio de Bacalar, pero donde habían bajado aeronaves de menor tamaño, tipo Cessna, capaces de volar a muy baja altura y aterrizar en caminos rurales.
No obstante, aviones jet, de mayor potencia y costo que las avionetas, se han visto con mayor frecuencia en las actividades del narcotráfico en la frontera México-Belice.
La situación es tal que, incluso, un jet cargado de droga aterrizó a finales del año pasado en pleno Aeropuerto Internacional de Chetumal.
Fue durante la madrugada del viernes 30 de noviembre cuando el jet modelo Hawker de la marca Beechcraft aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Chetumal, procediendo el personal de la torre de control a su localización, ubicándolo al oeste de la pista, casi frente al Centro de Readaptación Social (Cereso), cerca del lugar donde los aviones dan vuelta antes de iniciar su carrera de despegue.
Supuestamente encontraron la aeronave alrededor de las 4:15 horas, por lo que procedieron a dar parte a la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) para remolcarla hasta enfrente de la torre de control, y fue puesta a disposición del Ministerio Público Federal (MPF) dependiente de la Procuraduría General de la República (PGR).
No hubo ninguna alerta en el Aeropuerto Internacional de Chetumal sobre el vuelo del jet modelo Hawker con matrícula apócrifa, así como ninguna situación de emergencia y tampoco detenidos.
El 8 de diciembre fue incinerada la casi tonelada y media de cocaína asegurada en el jet que aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Chetumal.
Con información de ABC noticias.