La operación de ciudadanos de Colombia en la red de extorsión coloquialmente conocida como “gota a gota” se ha detectado primordialmente en Chetumal, en la zona sur de Quintana Roo, indicó el titular de la Secretaría de Seguridad Pública del estado, Alberto Capella Ibarra.
El jefe policiaco consideró que la presencia de estas redes “no es tan dramática” en la entidad, como en la Ciudad de México, Morelos y el Estado de México.
Agregó que no se tiene aquí una “alerta roja” sobre los casos que se han presentado; sin embargo, admitió que hay una preocupación nacional por el tema.
“Estamos viendo algunas expresiones, particularmente en el sur del estado; las estamos atendiendo, es parte de un proceso de investigación; ha habido ya detenciones, el desmantelamiento de dos grupos y en eso estamos”, expresó.
En entrevista, el funcionario manifestó que aunque este tipo de redes de extorsión a pequeños comerciantes o particulares, está presente también en Cancún y Playa del Carmen, es en la capital del estado en donde hay mayores casos.
“Me tocó combatirlo en Morelos, sé cómo operan, tenemos una relación muy cercana con la Policía Nacional de Colombia y ahora con el Instituto Nacional de Migración (INM) para que nos dé datos concretos de los connacionales que tienen identificados como autores de esas situaciones, en otras entidades, como en Colombia”, informó.
Añadió que estos grupos de prestamistas, especialmente procedentes de Colombia, operan en 14 países, particularmente en naciones de habla hispana.
“Ya tenemos un acuerdo muy importante con el consulado. Es incorrecto estigmatizar a nuestros hermanos colombianos con ese tema, son grupos de personas que encontraron nichos en algunas regiones de México y que se extendieron utilizando situaciones relacionadas con violencia”, declaró.
Uno de los casos presuntamente vinculados con la red “gota a gota” se registró entre 2015 y 2017, cuando una pareja proveniente de Colombia viajó a Cancún, para comenzar a operar como prestamistas.
Un joven, identificado como Sebastián y dedicado a otorgar préstamos en la ciudad de Medellín, bajo esa modalidad, llegó a Cancún en 2015; su novia, Yesly, lo alcanzó en mayo de 2017 y entró a trabajar como estilista. El 18 de diciembre, junto con otros dos colombianos, ambos desaparecieron.
La madrugada del 21 de ese mes, el joven fue encontrado. Lo habían decapitado, tenía la piel del rostro desprendida, la cabeza entre las piernas y su cadáver fue colocado frente a una clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en la avenida Nichupté, Supermanzana 51, en la ciudad de Cancún.
De acuerdo con la Fiscalía General del estado, que abrió una carpeta de investigación -432/ 2017- por homicidio, junto al cuerpo se encontró una manta atribuida al Cártel de Jalisco Nueva Generación.
De Yesly y de los otros dos colombianos -uno de ellos, padre de Sebastián y el otro, amigo suyo- no se volvió a saber nada.
Con información de El Universal.