Cada temporada agrícola entre siete y doce niños pierden la vida por causas prevenibles. Los hijos de jornaleros que trabajan en los campos de Sinaloa mueren por infecciones gastrointestinales, anemia, desnutrición o accidentes durante la temporada de recolección de cosechas, advirtió la organización internacional Save the Children.
Agregó que de los 200 mil jornaleros que llegan al estado, casi 25 mil son menores de edad que se exponen a riesgos como violencia, abuso y explotación durante los trabajos junto a sus familiares, o cuando permanecen en albergues durante la recolección.
La organización explicó que la mayoría de los jornaleros agrícolas migran desde comunidades muy pobres del Sur del país en búsqueda de empleo temporal como único sustento, y se enfrentan a condiciones precarias. Y los infantes terminan viviendo situaciones críticas, desde retrasos en el aprendizaje, graves cuadros de desnutrición, hasta abusos sexuales o la muerte.
Además, los menores de edad cuando permanecen en albergues no tienen acceso a servicios de salud oportunos, no cuentan con escuelas o centros educativos y tampoco reciben una alimentación adecuada, ya que llegan a pasar hasta 10 horas sin recibir un alimento.
Asimismo, advirtió que ante la eliminación del programa gubernamental de Atención a Jornaleros Agrícolas –en el ejercicio fiscal 2020–, miles de niñas y niños no consumirán ni un solo alimento debido al cierre de comedores. “Otros más quedarán expuestos a riesgos mayores o se sumarán a las filas de quienes trabajan en el campo”, dijo Jorge Vidal Arnaud, director de Programas de Save the Children en México.
Ante esta situación, la organización lanzó su campaña de Navidad Sumando Deseos, ligada al Programa Integral de Salud y Nutrición para niñas, niños y adolescentes hijas e hijos de jornaleros agrícolas, que promueve espacios de cuidado y protección en albergues y comedores, con el fin de garantizar el acceso a la salud, alimentación, educación y protección de los niños jornaleros agrícolas en Sinaloa.
Para ello recauda fondos con la venta de adornos navideños y esferas. El año pasado, reportó beneficios para casi 6 mil niñas y niños de 3 a 17 años de edad con acceso a la salud, campañas de vacunación, pediculosis, atención dental y revisiones de personal médico en albergues y comedores, otorgó alimentos y refrigerios, apoyó en el acceso a la educación inicial y básica e impulsó campañas de registros de nacimiento y canalización de casos de niñas y niños que han enfrentado situaciones de violencia.
Artículo publicado por Contralínea.