A la fecha persiste el uno por ciento del Bosque de Niebla que existía en Veracruz y la Reserva de Briones es uno de los pocos “pulmones” vivos en la zona; sin embargo, su permanencia es amenazada por la contaminación y la insistencia de algunos empresarios por devastar el lugar y crear hoteles, un centro hípico, entre otras atracciones turísticas.
El caso más emblemático es la intención del polémico empresario Adolfo Contreras Grosskelwing de construir el hotel “La Niebla” en el kilómetro 1.8 del camino a Rancho Viejo, en la zona limítrofe entre Coatepec, Xalapa y San Andrés Tlalnelhuayocan, con una superficie de mil 774 metros cuadrados en los que pretende establecer una casa principal, bodegas, un salón de usos múltiples, una cabaña y catorce habitaciones.
El complejo, cuyo proyecto ahora está frenado por amparos en curso ante juzgados federales, no solamente tiene en sí el sello de la posible destrucción de este ecosistema.
También está envuelto en un manto de corrupción y señalamientos en contra del empresario, señalado de malos manejos cuando fungió como presidente de la Asociación de Hoteles en Tulum, Quintana Roo y de no respetar las leyes y secretos de área natural protegida en esta zona.
Según el permiso de construcción otorgado por el Ayuntamiento de San Andrés Tlalnelhuayocan (DOP/LIC/190/2018), la obra comprende desde el entronque de la carretera Coatepec-Briones, a la altura del Bosque Briones, una zona limítrofe entre los municipios de Xalapa, Coatepec y San Andrés Tlalnelhuayocan.
Este lugar es el reducto del Bosque Mesófilo de Montaña o Bosque de Niebla que pretende ser explotado como un sitio turístico, a pesar de que pobladores y activistas han señalado las consecuencias que significaría intervenir este espacio protegido.
Desde 2018, activistas promovieron un amparo indirecto ante el Juzgado Federal Décimoquinto de Distrito, establecido en el expediente 1210/2018, para frenar este proyecto, por lo cual se hicieron solicitudes a las autoridades de San Andrés Tlalnelhuayocan y Coatepec, que durante meses se negaron a responder sobre la ubicación exacta del lugar en el que se pretende construir el hotel.
La información requerida consiste en la copia certificada de los correspondientes mapas o documentos cartográficos de la localización del citado inmueble, pero ante la negativa de la autoridad se suspendió la audiencia constitucional y el juicio continúa
De manera paralela las asociaciones Vecinos del Pixquiac Zoncuantla y Reserva Briones AC lanzaron la campaña #Despiertaporelbosque para concientizar sobre los efectos de la destrucción de esta área verde.
La investigadora del Instituto de Ecología, Tarín Toledo, aseguró que este tipo de bosques funcionan como una “esponja” que ayuda a la regulación del agua y con ello se reduce el riesgo de inundaciones, deslaves y la erosión del suelo.
Cabe destacar que en esta zona hay “pequeños bosques” dentro de la Congregación de Zoncuantla y que son raros; sin embargo, no están incluidos dentro de los siete fragmentos de bosque de la Reserva del Archipiélago, decretada como tal por el Gobierno del estado en 2015.
En 2017, el Gobierno del Estado publicó el Ordenamiento Ecológico Territorial Regional que pretende proteger los bosques y espacios rurales. Pese a ello, un año después; es decir en 2018, el empresario Adolfo Contreras Grosskelwing inició los trámites para la construcción -ya en marcha- del hotel.
La preocupación de los activistas es que la instalación de este hotel pone en riesgo la biodiversidad de la zona, así como los servicios que el ecosistema brinda.
Ricardo Contreras, vecino de Briones, dijo que a pesar de que la demanda de amparo sigue en trámite los trabajos continúan poniendo en riesgo el equilibrio ecológico.
Dijo que este tipo de desarrollos ponen en riesgo la fuente abastecedora de agua potable no solo para esta zona sino para la región, porque no cuentan con el líquido suficiente para atender la demanda de un hotel o la generada por la atención a caballos.
“Estos desarrollos son contrarios a derecho y hasta anticonstitucionales porque violan el derecho al medio ambiente sano y violan el derecho al agua (…) la afectación es para toda la comunidad porque la fuente de abastecimiento para esa zona es un solo manantial pensado para un fraccionamiento hace 30 años y no podemos abastecer a dos o tres centros hípicos y a un hotel que no sabemos cuántas habitaciones va a tener”.
HISTORIAL NEGRO
Adolfo Contreras ha sido señalado por ser un “depredador” de la naturaleza, ya que se presentó una denuncia ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) por rellenar y causar daños a la vegetación de mangle y dunas en la zona costera de Punta Piedra que desencadenó en la clausura total de su hotel.
Cabe destacar que incluso empresarios de la zona exigieron su renuncia en 2018 cuando aún era presidente de la Asociación Hotelera de Tulum, lo cual ocurrió meses después.
El defensor ambientalista Gabriel Sifri Jiménez condenó el proceder Adolfo Contreras Grosskelwing y lo llamó “viejito depredador”, pues recordó que la Profepa clausuró su centro de hospedaje denominado Ak’iin Tulum, y esto resultó en una denuncia ante la PGR.
Los señalamientos son por provocar la destrucción paulatina del ecosistema de humedal, a pesar de que este tipo de vegetación de manglar figura en la listada de la norma oficial mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, por ser una categoría amenazada.
Además de sus negocios en Xalapa, Contreras Grosskelwing es propietario de un club de playa en Tulum: el Ak’Inn, descrito como una “locación privilegiada, muy cerca de las famosas ruinas de Tulum, la reserva de Sian Kaan, espectaculares cenotes cristalinos y una gran variedad de tiendas boutique”.
No obstante, atrás de exclusividad y el lujo de dicho espacio, se esconden las continuas polémicas y disputas del empresario no sólo con los demás hoteleros quintanarroenses sino con activistas y autoridades.
Un ejemplo es la rencilla entre Contreras Grosskelwing y el empresario y estrella de televisión Roberto Palazuelos Badeaux. En 2018, el actor acusó a Adolfo Contreras de “dividir” a los socios por “pleitos internos” y de no ser puente entre el gremio con el Gobierno.
“Pasó lo que tenía que pasar: cada uno jaló para su lado, y para colmo desconoce cómo manejar una estrategia de promoción turística”, declaró el actor ante medios locales de la zona.
Incluso reprochó el abandono de Contreras a la asociación, y que el empresario se negó a resolver los problemas de los socios sin coordinarse con las autoridades para restablecer todo el caos en la agrupación.
“El presidente de la Asociación de Hoteles de Tulum, Adolfo Contreras Grosskelwing, abandonó a los socios y no ha sabido ser el puente entre las autoridades correspondientes para sacar adelante los problemas que aquejan a los socios, además desconoce sobre promoción turística, y por eso que decenas de agremiados han renunciado y el gremio hotelero va camino al fracaso”, aseguró Roberto Palazuelos Badeaux.
Ahora, el empresario dejó el Caribe Mexicano y se instaló en Xalapa, en donde busca por todos los media establecer su hotel, a pesar de las críticas recibidas por considerar una actitud depredadora que pone en riesgo la zona.
Con información de eConsulta.