En el contexto actual, donde cada scroll, cada notificación y cada algoritmo compiten vorazmente por nuestra atención, abrir un libro se ha convertido en un acto de rebeldía.
Hoy, 23 de abril, Día Mundial del Libro, no solo celebramos la literatura, sino también esa resistencia silenciosa que implica sentarse, pasar páginas y permitir que la imaginación triunfe sobre el ruido digital.
El origen de la fecha: un homenaje a tres gigantes
La UNESCO estableció esta conmemoración en 1995, eligiendo el 23 de abril como fecha simbólica para honrar a tres pilares de la literatura universal: Miguel de Cervantes, William Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega, quienes fallecieron en esta misma fecha (aunque en calendarios distintos) en 1616.
Más allá de las precisiones históricas —el calendario gregoriano y juliano generan discrepancias—, lo relevante es lo que representa: la diversidad lingüística y cultural que la lectura preserva. Un día para recordar que los libros son ventanas a otras realidades, voces que trascienden fronteras y tiempos.
Leer en la era de la “infoxicación”
Vivimos en la era de la sobreinformación: notificaciones interminables, fake news, titulares sensacionalistas y contenidos diseñados para engancharnos. En este paisaje digital, informarse se ha vuelto un campo minado.
Frente a esto, un libro ofrece algo radical: profundidad, contexto y pausa. Leer es un acto de filtrado consciente, un voto a favor de la calidad sobre la velocidad. Cada capítulo terminado es un pequeño triunfo contra la prisa, un rechazo a la superficialidad impuesta por las redes sociales.
Microrresistencias domésticas: leer como hábito revolucionario
No hace falta tomar las calles para ser un rebelde. A veces, la resistencia más poderosa ocurre en el sillón de casa:
- 20 minutos al día: Reserva un momento para leer, sin celular ni distracciones.
- Modelar el hábito: Si tienes hijos, verte leer los inspira más que cualquier discurso.
- Territorio lector: Convierte tu hogar en un espacio donde los libros estén al alcance, donde hojear un ejemplar sea tan natural como abrir Instagram.
Es una revolución de bajo costo y alto impacto: pequeñas acciones que, en conjunto, desafían la cultura del consumo rápido.
Sugerencia práctica: el “club express” de lectura
¿Te cuesta mantener el hábito? Prueba esta idea:
- Crea un grupo de WhatsApp con amigos.
- Eligen un libro y pactan leer un solo capítulo por semana.
- Comparten reflexiones breves, sin presión.
Así, la lectura se vuelve un puente en lugar de una tarea solitaria. El libro se transforma en excusa para conectar, debatir y sostener un ritual colectivo en medio del caos digital.
Reclama tu derecho a imaginar
Este 23 de abril, celebra la resistencia. Abre un libro y reconquista tu atención, tu tiempo y tu capacidad de sumergirte en otras realidades. Porque en un mundo que nos exige estar siempre “conectados”, desconectarse para leer es un acto político.
Tu imaginación es el último territorio libre. Defiéndela.
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— De Luna Noticias (@DeLunaNoticias1) April 23, 2025