Justiciero por determinación, hábil por entrenamiento y poderoso por naturaleza; él es Kalimán, un paladín que viaja alrededor del mundo luchando contra los malhechores y criminales. Este ecuánime héroe no es como cualquier otro, en sus venas corre sangre divina, pues según su historia, es el séptimo descendiente varón de la dinastía de la diosa Kali, considerada la Madre Universal del hinduismo y destructora del mal y los demonios.
La premisa de esta ficción, que bien podría ser una especie de mito sobre la figura del caudillo, atrapó a miles y miles de mexicanos y mexicanas que dieron la bienvenida en sus hogares a las aventuras de “Kalimán; el hombre increíble”, una historia creada por Héctor González Dueñas (también conocido como Víctor Fox) y por Clemente Uribe, que marcó la historia del entretenimiento en nuestro país.
Kalimán no está solo, a su lado va su colega, cómplice y discípulo Solín, un niño de carácter inocente que lo admira y, al igual que el protagonista, no solo cree en un mundo justo y libre del mal; sino que en su existencia carga con el honor de una familia de alto rango, pues según él mismo, es descendiente de los faraones egipcios.
El primer arribo de esta historia a la cultura popular se dio a través de Radio Cadena Nacional, emisora que en 1963 inició la transmisión de esta radionovela. Pronto, las voces de Luis Manuel Pelayo, como Kalimán, de Luis de Alba, como Solín y de Isidro Olace, en la narración, fueron bien recibidas por el oído atento de las y los mexicanos ansiosos por escuchar las peripecias de este místico e increíblemente inteligente superhéroe.
Vampiros, ladrones, brujas, asesinos, monjes, criminales de gran envergadura y, por supuesto, Araña Negra, su principal enemigo, son algunos de los adversarios que Kalimán hace frente con su daga y una gran variedad de incontables habilidades supernaturales.
Desde hipnosis, viaje astral y cambio de aspecto, hasta telepatía, telequinesis y levitación son algunas destrezas que, acompañadas de su entrenamiento en artes marciales y sus conocimientos científicos, hacen de Kalimán una figura inigualable y un héroe de éxito seguro.
Dos años después de su debut en la radio, en 1965 Kalimán invadió otro sentido de la audiencia mexicana, esta vez el paladín dominó la vista de los mexicanos, pues sus aventuras se trasladaron a una historieta cómica que se convirtió en un éxito que se extendió por Centroamérica.
La tira cómica se mantuvo por varios años como una de las más vendidas en nuestro país, las aventuras de este héroe fueron publicadas durante 26 años sin interrupciones y en total se publicaron 1 351 números consecutivos.
Esto hizo que Kalimán se convirtiera en un referente de la cultura popular. Frases como “El que domina la mente lo domina todo” y “Serenidad y paciencia… mucha paciencia”, expresiones características de Kalimán, se quedaron grabadas en el imaginario colectivo y hoy día son recordadas con cariño, pues seguramente esta historia marcó a más de uno y lo hizo fantasear con escenarios donde la justicia y el bien siempre triunfan.