• Podría utilizarse en regiones y hospitales menos favorecidos: Gustavo Medina Tanco, del ICN
• “La pandemia nos ha demostrado que las soluciones a los grandes problemas pasan por la ciencia”, dijo
Investigadores y estudiantes de la UNAM diseñaron un respirador para personas con COVID-19, portátil y más económico que uno comercial. En tres semanas, integrantes del Laboratorio de Instrumentación Espacial (LINX), del Instituto de Ciencias Nucleares, desarrollaron estos “instrumentos de emergencia”, con el objetivo de contribuir a enfrentar la emergencia sanitaria.
Gustavo Medina Tanco, responsable del LINX, afirmó que este instrumento puede ser útil especialmente en regiones del país y hospitales menos favorecidos en cuanto a sus condiciones de operación. “El ventilador ya ha tenido tres rondas de pruebas en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y dos sesiones más de calibración en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.
“Ahora falta probarlo en modelo animal y contar con un permiso de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) para que pueda ser usado como instrumento de emergencia”.
El universitario indicó que con apoyo de algunas empresas ya comenzaron a buscar los componentes y estudiar cómo montar una línea de producción. “El proyecto incluye todo, de punta a punta: desde la concepción del ventilador, diseño, prototipos, validación, hasta cómo montar una planta de producción y cómo distribuirlos. Cada ventilador iría acompañado de piezas de repuesto y también se tiene contemplado apoyar en la formación de recursos humanos”.
Medina Tanco subrayó que esta pandemia ha demostrado que las soluciones a los grandes problemas de salud o desafíos de progreso y desarrollo pasan por la innovación y la ciencia, desde la generación de conocimiento básico hasta su aplicación en beneficio de la sociedad.
“El nuestro es un ejemplo simbólico y representativo, pues tenemos esperando, en India, un satélite para ser lanzado y realizaremos una misión a la Luna el año que viene, y aunque pareciera que algunas de estas cosas no están ligadas a los problemas inmediatos del país, no es así. Cuando hacemos desarrollos en ciencia y tecnología creamos infraestructura, formamos recursos humanos y el know how para poderlos reconvertir a necesidades muy diversas que tenga la nación y la sociedad”, explicó.
En la ciencia y la toma de decisiones basadas en el conocimiento, precisó, no sólo están las soluciones a las emergencias, también el futuro del país.
“Para nosotros es un recordatorio de que podemos hacer más y generar infraestructura con un sentido estratégico. En la UNAM además de contribuir a hacer frente a esta crisis, intentamos obtener experiencias para estar mejor preparados como sociedad ante los retos que enfrentamos”, concluyó.
Con información de UNAM.