“Las disparidades regionales de ingreso son grandes, persistentes y aumentan con el tiempo, asienta el Fondo Monetario Internacional (FMI) en un estudio que ubica a México en el lugar cinco en cuanto a brechas de desigualdad territorial (sur frente a norte), entre una veintena de grandes economías.
En las regiones con altas tasas de desempleo las personas tienen una probabilidad de 70 por ciento de mantener esa condición, abunda la investigación del organismo internacional.
Con una disparidad de 1.4 veces más del producto interno bruto (PIB) per cápita entre la regiones más pobres y más ricas; por arriba del país se cuentan Alemania, India, Irlanda y Brasil como países con mayor desigualdad entre regiones.
Los cambios tecnológicos y en el comercio mundial han provocado un desplazamiento geográfico de empleos e industrias, pero los beneficios no están bien distribuidos dentro de cada país, recalcan tres investigadores del organismo.
La Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2018 dio cuenta que el promedio trimestral en localidades urbanas fue de 55 mil 495 pesos y en las localidades rurales de 30 mil 16 pesos. En los estados, se observó que en la región del sureste mexicano los ingresos están en desventaja frente a otros territorios.
La Ciudad de México y Nuevo León presentaron el mayor ingreso corriente promedio trimestral por hogar, con valores de 79 mil 85 y 68 mil 959 pesos, respectivamente. En Guerrero y Chiapas fue de 29 mil 334 y 26 mil 510 pesos. Tres veces menor que las demarcaciones con mayores ingresos.
El estudio del FMI recalca que esa exclusión no encuentra solución en el abandono del territorio para ir a las regiones donde la economía implica un mayor ingreso. Porque a medida de que son zonas con mejores condiciones, también son más costosas para vivir y carecen de oferta laboral.
En ese sentido se exhibe que deben plantearse políticas públicas de impuestos y de gasto en las regiones que tienen un mayor rezago. Las políticas pueden ayudar a las personas a mejorar sus competencias para acceder a empleos mejor remunerados y contribuir a la reurbanización de comunidades a fin de crear empleos locales.
México, recalca el organismo, se vería beneficiado de este tipo de políticas destinadas a áreas geográficas que se pueden complementar con las transferencias sociales existentes, como el seguro de desempleo, dado que al igual que en Estados Unidos, la pobreza es identificable por su concentración en ciertos territorios.
Con información de La Jornada.