El atole, una dulce forma de consumir el maíz

El atole de maíz también se conoce como atole blanco o de masa. Esta deliciosa bebida es una herencia prehispánica que goza de varias propiedades.

Elaborado con uno de los principales granos que cultivan y cosechan los pequeños y medianos productores mexicanos, el atole de maíz, constituye un alimento que, en ésta época de frío, resulta benéfico para nuestro organismo por todas las propiedades de las que goza.

El maíz es rico en fibra, y contiene antioxidantes, potasio, magnesio, fósforo y zinc, así como vitamina B1 y B7.

Es excelente fuente de energía, pues contiene apenas 123 calorías por cada 100 gramos de maíz cocido.

El atole puede prepararse sin leche, por lo que los intolerantes a la lactosa pueden consumirlo sin problemas y también quienes están bajo alguna dieta líquida.

En su forma original es una cocción dulce de maíz en agua de moderada viscosidad y que se sirve lo más caliente posible. Es muy común que la bebida sea condimentada con especias aromáticas (cacao, vainilla, canela, anís, azahar, hojas de naranjo) y otros saborizantes (chocolate, jugo o pulpa de frutas dulces), para aumentar su sabor y se tradicionalmente se endulza con piloncillo, azúcar o miel.

Cabe resaltar que el 54.5% de la producción de maíz blanco se produce en cuatro estados: Sinaloa, Jalisco, México y Michoacán. En tanto que el 80% del maíz amarillo se genera en Chihuahua, Jalisco y Tamaulipas.

“De maíz amarillo y de maíz blanco se hizo su carne; de masa de maíz se hicieron los brazos y las piernas del hombre. Únicamente masa de maíz entró en la carne de nuestros padres…”

Popol Vuh, libro sagrado de los mayas quichés, 1701 Chichicastenango, Guatemala.

Con información de Sader.

AtoleMaíz
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