Los principales signos de alarma de la conducta suicida son cambios en la manera de comportarse, como bajo rendimiento escolar, dejar de socializar, inexpresividad, cambio de apariencia y vestimenta.
Estas conductas pueden aumentar por factores estresantes como la época navideña y las temporadas de exámenes.
Si los signos de alarma se detectan a tiempo y se recurre con un especialista, es posible que la calidad de vida mejore y se encuentre una solución.
Las redes sociales y de apoyo son fundamentales para brindar ayuda a estos pacientes. Es decir, no solo el personal de salud debe participar en actividades preventivas sino la familia, amigos y la pareja.
Los factores de riesgo para cometer suicido incluyen el tener entre 15 y 19 años, problemas familiares como maltrato, abandono, o desintegración familiar, pobreza, uso de sustancias como alcohol y drogas, padecer un trastorno mental como ansiedad, depresión, trastorno psicótico, autolesiones o que haya existido un suicido en la familia.
El suicidio consumado es más prevalente entre los hombres, en contraste con las mujeres, quienes realizan más intentos de suicidio pero lo consuman con menor frecuencia.
Los cambios hormonales que se producen durante el ciclo menstrual se asocian con diferentes alteraciones del comportamiento, por lo que en mujeres con depresión o alguna otra enfermedad mental, el cambio en los niveles hormonales produce un mayor número de intentos de suicidio.