La Alta Comisionada de la ONU para Derechos Humanos Michelle Bachelet informó que, en lo que va del año, al menos 35 mil solicitantes de asilo han sido enviados a las zonas fronterizas mexicanas para esperar sus audiencias.
“Nuestras oficinas en México, Guatemala y Honduras han documentado aumentos en las detenciones y deportaciones de migrantes. También hemos observado casos de separación familiar en el contexto de la privación arbitraria de libertad; falta de evaluación individual; denegación de acceso a servicios y asistencia humanitaria, y uso excesivo de la fuerza contra migrantes”, acusó Bachelet al inaugurar los trabajos de la 42ª sesión del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, Suiza.
La expresidenta chilena criticó que los acuerdos para “devolver” personas a estos u otros países no son lícitos.
“No pueden considerarse legales si no se respetan los derechos humanos internacionales y el derecho de los refugiados, incluido el principio de no devolución; evaluación individualizada; el interés superior de los niños; y garantías de debido proceso”, valoró la Alta Comisionada.
Niños, los más vulnerables
Bachelet recalcó que “en los Estados Unidos, una nación basada en su bienvenida a los migrantes, una serie de medidas recientes han reducido drásticamente la protección para las familias migrantes”.
“Sigo profundamente perturbada por estas políticas, incluida, en particular, la separación continua de los niños migrantes de sus padres, y la perspectiva de una nueva norma que permita la detención indefinida de los niños, simplemente por su estado administrativo”, deploró ante una sala repleta.
“Nada puede justificar infligir un trauma tan profundo a ningún niño”, remató Bachelet al inaugurar los trabajos de la sesión que se llevará a cabo del 9 al 27 de septiembre.
La expresidenta chilena destacó que política migratoria implementado por Estados Unidos y México que va en contra del interés superior del niño consagrado en convenios internacionales como la Convención de la ONU sobre los derechos del niño.
“Me alarma que los niños migrantes continúen detenidos en centros de los Estados Unidos y México, lo que contraviene el interés superior del niño, que es un principio fundamental del derecho internacional”, lanzó Bachelet.
“Me preocupa que las políticas que se están implementando actualmente en los Estados Unidos, México y algunos países de América Central están poniendo a los migrantes en mayor riesgo de violaciones y abusos de los derechos humanos, y pueden violar los derechos de las personas vulnerables”, remarcó.
Bachelet recordó que las familias que buscan abandonar sus lugares de origen se ven obligadas a hacerlo por una profunda angustia social y económica, incluso como resultado del cambio climático, así como por la inseguridad, la corrupción y otros factores de gran alcance.
“Las políticas y prácticas que tienen como objetivo evitar físicamente que los migrantes lleguen al Estado de destino y entren en él, o que los devuelvan sin las garantías del debido proceso, son, simplemente, retrocesos’’, sostuvo.
En su opinión, “ni ellos ni las llamadas políticas de “tolerancia cero” detendrán las fuerzas que impulsan a las personas a irse. Pero presionarán a las familias desesperadas para que tomen rutas más riesgosas, donde puedan estar expuestas a la violencia física, la trata de personas, la violencia sexual y otros delitos”.
Con información de Proceso.