La visita del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, a su homólogo estadounidense, Donald Trump, va más allá de la entrada en vigor del acuerdo comercial del T-MEC, según algunos analistas.
Aunque el motivo oficial de la visita es de carácter económico, algunos investigadores consideran que la primera gira internacional de López Obrador tendrá gran peso político, pero no queda claro su alcance.
El mandatario mexicano había mantenido distancia con EE.UU. durante más de año, pero el reciente anuncio de su visita a Washington, en medio de la pandemia de coronavirus, protestas sociales y la debacle en las preferencias electorales de Trump de cara a las presidenciales, ha levantado suspicacias sobre cuáles podrían ser los verdaderos motivos la reunión.
Trasfondo poco claro
Para Silvia Núñez, investigadora del Centro de Estudios sobre América del Norte de la Universidad Nacional Autónoma de México, la visita plantea “un escenario inédito”, en el que “es muy difícil encontrar una racionalidad al hecho de que el presidente mexicano haya tomado la decisión de viajar” cuando los contagios por coronavirus siguen al alza en ambos lados de la frontera.
“No sabemos si hay una razón de fondo, porque es tanto la decisión de Trump de turnar la invitación como que el presidente mexicano la aceptara, y que ambos estén dispuestos a tomarse la fotografía”, dice la académica en entrevista con RT.
“Me parece que los argumentos del presidente mexicano son débiles”, agrega Núñez, quien considera que la entrada en vigor del T-MEC no es motivo suficiente para explicar el encuentro entre López Obrador y Trump. Por ello, la investigadora calificó la visita como “innecesaria”.
“No va a haber ninguna ganancia. Se corre el riesgo de que Trump, que es un personaje muy hábil y mediático, aproveche esta situación para su lucimiento personal frente a su electorado”, asegura Núñez.
La investigadora señala que, contrario a lo que afirmó el presidente López Obrador sobre la supuesta moderación de Trump contra México, la propuesta del mandatario estadounidense de declarar como terroristas a los cárteles de la droga mexicanos (tras la masacre de las familias LeBarón y Langford en Bavispe, Sonora, a finales de 2019), así como los reiterados llamados a construir el muro fronterizo, plantean un escenario muy diferente al expuesto por el presidente mexicano.
Un hecho que se confirmó en junio pasado, cuando Trump visitó el muro fronterizo que se construye actualmente en lugares como Arizona.
Núñez también estima que las tensiones geopolíticas de EE.UU. podrían ser uno de los factores detrás de la invitación realizada al presidente de México, país que ocupará un asiento en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a partir de 2021, en medio de disputas estratégicas con China, Rusia, Irán y Venezuela.
“Probablemente por ahí sea una de las apuestas de Donald Trump. Hay escenarios muy complicados, no nada más con China”, sostiene Núñez.
En contraste, la investigadora destaca que aún cuando existen 35 millones de personas de origen mexicano en EE.UU. y otros cinco millones sin documentos viviendo en territorio estadounidense, este tema será marginal durante el encuentro.
Asimismo, la internacionalista apunta que la visita de López Obrador tampoco ha considerado el impacto de la crisis política y polarización social que existe en EE.UU., escenario en el que las diferencias entre republicanos y demócratas son un factor a tomar en cuenta.
“La sociedad de EE.UU. está tan polarizada como no había sucedido desde la época de la Guerra Civil y esto es una tendencia que se debería estar observando”, puntualiza la académica.
Una visita llena de símbolos
Sin embargo, otra lectura de la visita resalta el poder simbólico de la presencia de López Obrador, quien en medio de las movilizaciones sociales que han sacudido a EE.UU., llevó una ofrenda a la estatua de Abraham Lincoln durante su primer acto público en territorio estadounidense.
“Lo que buscan son imágenes. Es una visita llena de simbolismos que busca mejorar la imagen de ambos. No hay una conferencia de prensa conjunta para que no haya una situación que se pueda poner ríspida, para que ni a uno ni a otro se le vaya la lengua”, afirma José Luis Cruz, internacionalista y analista político.
El experto también insiste en que es marginal el peso que pueda tener la visita de López Obrador en términos electorales, dentro de la disputa entre republicanos y demócratas de cara a las presidenciales de noviembre próximo, ya que a los votantes de EE.UU. “poco les importa la política exterior y lo que pueda decir un presidente de México”.
Por ello, Cruz considera que el trasfondo de la reunión entre López Obrador y Trump tendrá un carácter principalmente económico, tal como evidencia la comitiva de empresarios que acompañan al mandatario mexicano.
Entre los empresarios que acompañan a López Obrador se encuentran algunos de los hombres más ricos de México y dueños de televisoras, tales como Ricardo Salinas Pliego, dueño de Grupo Salinas y Televisión Azteca; Bernardo Gómez, vicepresidente ejecutivo de Grupo Televisa; Olegario Vázquez Aldir, presidente de Grupo Ángeles; Carlos Hank González, de Grupo Hermes, entre otros.
En este sentido, el analista considera que otros temas como seguridad, tráfico de armas o incluso el juicio contra el exsecretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, quien se encuentra detenido en Nueva York tras ser acusado de narcotráfico, podrían resultar secundarios a pesar del enorme impacto que tienen estos casos en la política interna mexicana.
“El fondo de esta visita es el tema económico, el tema comercial”, recalca Cruz, quien apunta que el objetivo directo es “relanzar el comercio entre México y EE.UU.”
“No creo que vaya a ser una visita ríspida y que Trump vaya a utilizar esta oportunidad para golpear al presidente de México”, concluye.
La agenda
López Obrador viajó de México a EE.UU. este martes, 7 de julio, en un vuelo comercial con escala en Atlanta para arribar a la capital estadounidense por la noche.
Pese a que el Gobierno de EE.UU. le ofreció un hotel para su estancia, el presidente decidió pernoctar en la Embajada mexicana en Washington.
La mañana del miércoles 8 de junio, López Obrador llevó un arreglo floral a los monumentos de Abraham Lincoln y del expresidente mexicano Benito Juárez.
Por la tarde, está previsto que el presidente de Mexico asista a la Casa Blanca, donde sostendrá un encuentro privado con Trump para luego dar un mensaje conjunto a las 15:35 horas, tiempo de Washington.
La comitiva de López Obrador estará integrada por el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard; la embajadora de México en EE.UU., Martha Bárcena Coqui; la secretaria de Economía, Graciela Márquez Colín, y el jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo Garza.
Ofrenda en el Monumento a Abraham Lincoln, desde Washington, EE. UU. pic.twitter.com/ppVVJc5Vvy
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) July 8, 2020
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