La música se convirtió en una herramienta para la transformación social en la colonia Cristo Rey, donde la Orquesta Infantil y Juvenil y la Orquesta Típica de Playa del Carmen ofrecieron un concierto como parte de las Jornadas de Paz promovidas por el Gobierno de la República.
El evento contó con la presencia de la presidenta municipal de Solidaridad, Estefanía Mercado, quien subrayó la importancia de acercar el arte y la cultura a todos los sectores de la población. “El arte y la cultura no son privilegios, sino derechos”, afirmó Mercado ante decenas de familias que se dieron cita en el evento denominado “Una luz de paz para Solidaridad”.
Acompañada por Alejandra Román Flores, titular de la Mesa Regional de Seguridad y secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno Federal, la alcaldesa destacó el compromiso de su administración de llevar la cultura a cada rincón del municipio. “No vemos a las comunidades como periferias olvidadas, sino como protagonistas de la grandeza de Solidaridad”, señaló.
Durante su intervención, Mercado enfatizó que la paz no se construye solo con patrullajes y vigilancia, sino con la reconstrucción del tejido social mediante el arte, la cultura y el deporte. “Cada espacio que se llena con cultura es un espacio que se le arrebata a la violencia y al olvido”, sentenció.
El evento fue posible gracias a la coordinación entre las fuerzas de seguridad estatales, federales y la policía municipal, lo que permitió ofrecer un ambiente seguro para la comunidad. La presidenta municipal aprovechó para reconocer la labor de los cuerpos de seguridad y reafirmó la importancia de crear espacios donde las familias puedan convivir y disfrutar de actividades culturales.
Las melodías interpretadas por ambas orquestas envolvieron a los asistentes en un ambiente de unión y reflexión. “Dejemos que cada nota nos inspire y nos recuerde que estamos construyendo un presente y un futuro en el que todas las familias de Solidaridad vivan con dignidad, justicia y paz”, expresó la alcaldesa.
La presentación forma parte de un esfuerzo más amplio para acercar la cultura a las comunidades de Playa del Carmen y utilizarla como herramienta de transformación social. Con esta iniciativa, se busca no solo ofrecer un espectáculo artístico, sino también fomentar la cohesión social en una de las zonas con mayores desafíos de seguridad.