DIVERGENTE
La insoportable crisis cíclica del capitalismo
Eduardo De Luna
El capitalismo, la economía de mercado y el control de sociedades a partir del miedo son tópicos que se han vuelto a escuchar en distintos círculos de análisis social a partir de la pandemia por Covid 19.
El análisis de las situaciones laborales, la nueva normalidad, las obligaciones incumplidas por parte de empresas en todo el mundo y, especialmente, en México hoy son tema obligado de reflexión, al igual que el afán (neoliberal le llaman) de generar expectativa de crecimiento económico a partir de capitales ficticios (crecer empresas con deuda) y de urgir medidas de rescate financiero para salvar lo que malas administraciones no pudieron prevenir: la crisis cíclica del sistema económico.
Este concepto de crisis cíclica o destrucción de capitales no es nuevo, ha sido estudiado rigurosamente al analizar el sistema capitalista de producción, el cual ante la baja en las tasas de ganancia, induce la crisis para contrarrestar la caída por superproducción de capital lo que produce ruina de empresas, desempleo y la consecuente desvalorización de la fuerza de trabajo, condiciones que aprovechan las empresas que salen bien libradas, para aumentar ganancias de manera más rápida que el incremento de la inversión correspondiente. Es el A-B-C del manual en este sistema.
Ante este modus operandi del capital, las empresas en México, me refiero a las pequeñas y medianas, están en condiciones de desaparecer, ya que desde un principio y por impulso de políticas públicas, fueron creciendo al amparo de capitales ficticios, la deuda como motor de desarrollo y fortaleciendo de paso al sistema bancario en el país, no hace mucho se tuvo que recurrir a un rescate bancario con cargo a todos los mexicanos (Fobaproa) con afán de perpetuar este diseño económico.
Lo malo es que no le avisaron a los entusiastas emprendedores del país, quienes por desconocimiento o falta de preparación, no consideraron este escenario, el cual, como se ha dicho, es recurrente. Sin embargo, no todo está perdido en esta pandemia por Covid 19 en México, la inversión en infraestructura pública y la derrama económica que se genera alrededor de estas obras, puede evitar la desvalorización de la fuerza de trabajo y hackear la crisis recurrente en el sector que más impacta, la clase trabajadora.
Al momento, el plan del estado mexicano es generar empleos a partir de obras públicas, el Tren Maya, el plan del istmo, la refinería en Dos Bocas, así como la construcción del aeropuerto Felipe Ángeles, este modelo es replicado en municipios y estados afines al gobierno central, no así en estados como Jalisco y Guanajuato que ya han anunciado la contratación de deuda para superar la contingencia, deuda que será cubierta vía impuestos ciudadanos.
Este modelo no resolverá la situación de fondo, pero impactará positivamente en millones de familias ya que cada peso que el gobierno pague a estos trabajadores, se dividirá en por lo menos cinco entes económicos, propiciando derrama sin contratación de deuda pública. Esta es la estrategia de recuperación económica inicial y estaremos atentos al desarrollo de la misma para documentar e informar.