Mientras unos aprovechaban los últimos rayos del Sol para retozar entre chorros de agua, otros, evidentemente tristes, prendían veladoras y acomodaban flores y cruces rosas al lado de la fotografía de sus hijas, madres, hermanas o primas asesinadas o desaparecidas, cuyos casos, en la mayoría, aún no encuentran verdad ni justicia.
Ayer, en la explanada de la Plaza de la República, a tan sólo unos metros del Monumento a la Revolución, fueron desplegadas 300 fotografías de mujeres víctimas de feminicidio o desaparición para honrarlas y exigir a las autoridades seguridad para las que siguen vivas.
Ellas están en estas fotos, pero detrás de esas imágenes existen historias de vidas que fueron truncadas y que hoy tienen lastimada a una familia y a la sociedad entera, expresó Sandra Soto, fundadora del colectivo Los Machos Nos Matan, organización que convocó ayer a una velada que comenzó por la tarde y se extendió hasta altas horas de la noche. Nosotros estamos aquí porque ya nos pasó, ya nos asesinaron de una forma muy cruel a alguna hija, hermana, mamá, prima, amiga. Buscamos visibilizar nuestras historias porque para nosotras fueron mujeres valiosas y buscamos que la autoridad haga su trabajo.
El nombre y la foto de la joven de 23 años Rosa Itzel Montañez Ávila yacía en el lugar, desapareció el 27 de noviembre de 2018 en San José del Cabo, Baja California Sur, iba a bordo de un Honda Civic color rojo y la familia aún pide auxilio para localizarla.
También están los nombres de Lesvy Berlín Rivera Osorio, de 22 años, y el de Mayra Abigaíl Mondragón, de 20, ambas víctimas de feminicidio.
La velada para honrarlas y exigir acción a las autoridades se llevó a cabo en el contexto del Día de Muertos, celebración tradicional mexicana. Hoy las honramos no como una conmemoración sino como una forma de recordarlas, y encendemos estas velas en promesa de que haremos todo lo posible para redignificar su nombre, su historia, su vida y no olvidarlas.
Denunció que la página de Facebook de Los Machos Nos Matan fue suspendida en la víspera, explicó que este espacio, creado para localizar al feminicida de su hermana, se convirtió en una herramienta potencial para visibilizar otras tragedias y por ello hace un llamado a reponerlo.
Performance contra el feminicidio
Al acto también acudieron integrantes de Colectiva Invisibles somos Visibles. Tres mujeres – Dulce María Vázquez, Lucero Mendoza y Nayade Monter– vestidas de negro, con cintas amarillas de precaución rodeando su cuerpo y con imágenes de mujeres torturadas y asesinadas, presentaron un performance en dos tiempos para visibilizar, denunciar y prevenir el feminicidio en México.
El acto titulado Los hijos de las invisibles, el amor que ya no es en la orfandad del feminicidio, primero expusieron casos de mujeres madres que fueron asesinadas violentamente, después, vestidas de blanco, hablaron de los descendientes, de los que se quedan, de quienes si bien son reconocidos como víctimas indirectas son víctimas bien directas porque se quedan sin el cariño y amor de su mamá.
Con información de La Jornada.