Del total de establecimientos en el país, 91% cerró puertas por la emergencia sanitaria; sin embargo, un puñado aloja a médicos y enfermeras que siguen en la primera línea.
La pandemia del covid-19 obligó al cierre de puertas en 91 por ciento de los hoteles del país. Desde hace poco más de un mes, cuando tuvieron que detener sus actividades por no ser considerados esenciales para el funcionamiento de la economía, su supervivencia no ha sido fácil y para algunos el camino fue unirse a las filas del combate de la enfermedad.
Alrededor de 200 hoteles, otrora espacios para frecuentados por vacacionistas, dieron un giro de 180 grados para convertirse en refugio de doctores mexicanos y extranjeros, quienes después de una larga jornada de trabajo necesitan un espacio para descansar.
Rafael García, presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles de Ciudad de México (AMHM), explicó a MILENIO que desde al inicio de la pandemia se estableció un convenio con el gobierno federal —de la mano del sector turístico— para que algunos centros de alojamiento pudieran recibir a trabajadores del sector salud y así evitar largos traslados y la propagación del virus.
En los establecimientos de Ciudad de México y Estado de México, alrededor de mil 500 cuartos no recibe ningún pago por el servicio, mientras que mil habitaciones más cobran entre 800 y mil pesos diarios por el servicio de estancia, alimentos y lavado especial de la ropa de los médicos. En estos casos, el costo es cubierto por el IMSS y otros hospitales del gobierno.
Uno de ellos es el Hotel Benidorm, ubicado a pocos metros del Hospital General, dependiente de la Secretaría de Salud Federal. Con poco menos de 10 empleados ahí se atiende todos los días a 29 doctores cubanos que llegaron como refuerzos para atender a enfermos de covid-19 que son tratados en el nosocomio.
La industria hotelera genera 550 mil empleos directos y un millón 600 mil indirectos; de acuerdo con María Adela Alonso Domínguez, directora de Ventas de Benidorm, si algo caracteriza a los empleados de este sector es el deseo de servir. “Como toda persona en el mundo, los empleados tenemos miedo de contagiarnos de coronavirus, pero gana el sentimiento de ayudar en estos momentos difíciles que vivimos”, sostiene.
Alonso Domínguez recordó que por su ubicación el hotel era sede regular de eventos sociales y laborales de médicos y enfermeras, por lo que fue “natural” retribuirles abriendo las puertas de las habitaciones para ellos.
Para Gerardo López, responsable del Hotel Roble, ubicado en el Centro Histórico de Ciudad de México, las ganas de ayudar en la cadena de servicios para frenar el avance del coronavirus es más grande que el miedo.
“Mi deseo es que esto pase lo más rápido posible para todos. El miedo todos lo tenemos, pero si llevamos a cabo todos los protocolos de seguridad que nos están dando podemos evitar ese contagio”, expresó López.
De acuerdo con un reporte de la Presidencia, entre los hoteles ubicados en el Valle de México que están participando en el programa de apoyo al personal sanitario se encuentran desde cadenas como City Express hasta pequeños independientes.
Pedro Ortega, gerente de recepción del Hotel Benidorm, explicó que algunas de las medidas de salubridad implementadas tras la capacitación de la Secretaría de Salud son utilizar un elevador exclusivo para personal médico y otro para los empleados del hotel.
En las puertas de este establecimiento se han colocado jergas empapadas en cloro para desinfectar el calzado, además de contar con suficiente gel antibacterial en todo el edificio para la desinfección de las manos.
En la implementación de este programa participa la Secretaría de Turismo, responsable de proporcionar la alimentación a los “huéspedes sanitarios”, y la Secretaría de Salud, responsable de los protocolos de seguridad. Mientras se acomoda su cubreboca, Edmundo Hernández, empleado de mantenimiento del Hotel Roble, afirma que le “gana más el sentimiento de ayudar que el miedo a la enfermedad”, además de sentirse “afortunado de tener un trabajo y recibir un salario en estos momentos tan difíciles”.
Los trabajadores de la hostelería afirmaron que apoyarán este programa por todo el tiempo que considere la autoridad; sin embargo, se encuentran esperanzados de que la crisis acabe pronto para poder atender a los primeros turistas. Apenas este jueves las secretarías de Salud y de Turismo presentaron un adelanto de los lineamientos para la reapertura del sector, prevista para junio.
El documento final establecerá las recomendaciones enfocadas en prevenir y mitigar al máximo los riesgos de contagio mediante medidas de higiene personal y del entorno y de sana distancia como una prioridad en la nueva normalidad.
Con información de Milenio.