El Centro Nacional de Inteligencia continúa con sus investigaciones en contra de exfuncionarios de la Presidencia de la República, el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) que, abusando de su cargo, estarían comercializando el malware espía conocido como Pegasus entre gobiernos estatales y empresas privadas.
Las líneas de investigación apuntarían que esa venta ilegal del software malicioso estaría relacionada con el espionaje que estaría también investigando la Fiscalía General de la República. Según el diario Reforma, este último caso involucraría a Walter Meade –primo del priísta José Antonio Meade– y habría afectado al presidente Andrés Manuel López Obrador, a su esposa Beatriz Gutiérrez y a funcionarios de su gobierno de alto perfil, como la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
El Pegasus es un sofisticado sistema espionaje a través del cual cualquier usuario de telefonía celular o computadora conectada a internet puede ser escuchado y vigilado en tiempo real, sin importar que dichos equipos tecnológicos estén encriptados o hasta apagados.
La venta de este malware Pegasus, diseñado por una empresa israelí, es para uso exclusivo de gobiernos, es decir no se vende a particulares; sin embargo, como lo reveló la columna Oficio de Papel, exfuncionarios del Cisen, de la Presidencia y de la UIF estarían ofreciéndolo a empresas y gobiernos locales para espiar, tal y como ocurrió en sexenios anteriores, cuando se utilizó para escuchas ilegales contra políticos de oposición, defensores de derechos humanos y periodistas.
Esas indagatorias alcanzan ya al exconsejero jurídico de la Presidencia de la República, Humberto Castillejos Cervantes, a quien fuera director de la UIF y exdirector general del Centro Nacional de Inteligencia, Alberto Bazbaz Sacal; a Alfredo Castillo Cervantes, exdirector de la Conade y excomisionado del gobierno federal en Michoacán (aunque en el programa de la periodista Carmen Aristegui el exfuncionario negó su participación sin presentar pruebas de descargo).
Esta mañana, en su conferencia de prensa, el presidente señaló que “es muy probable que nos escuchen, pero el que nada debe nada teme. Hay que ser precavidos: uno aprende a cuidarse, en referencia a la investigación por el supuesto caso de espionaje.
Aunque dijo no tener más información, López Obrador admitió que “está demostrado que los teléfonos celulares son micrófonos, no sólo para grabar las llamadas sino de forma constante estar grabando”, especialidad del malware Pegasus.
Con información de Contralínea.