La presidenta municipal de Solidaridad, Laura Beristaín Navarrete aseguró que no habrá más permisos que dañen el medio ambiente y anunció que se verificarán a fondo las autorizaciones otorgadas por la administración pasada de Cristina Torres.
Esta declaración fue emitida posterior a la primera reunión del comité de tortugas en esta administración donde la presidenta escuchó a las personas que diariamente trabajan para cuidar y preservar la vida marina, los cuales ven con tristeza como se están acabando los manglares y las áreas que originalmente eran de conservación.
“Yo voy a revisar el pasado pero no puedo retroceder el tiempo, lo que si quiero es que no haya permisos al menos en mi administración todos los que entramos somos muy cuidadosos del medio ambiente y quien cometa una falta, me lo hacen saber para que de manera inmediata, a cualquier hora de la madrugada digamos alto” señaló Laura Beristain.
“Lo acaban de decir las personas que son especialistas en el tema, necesitamos entender donde estamos parados y proteger, preservar, cuidar, hablar de unidad y trabajar juntos, ya no construir hoteles sobre la playa, eso de los palafitos no es buena idea, ellos lo están mencionando y lo hemos estado observando, no podemos invadir el mar, tenemos que comprender a la naturaleza” puntualizando también que “Talan todo a diesta y siniestra sin respetar, ¿quién dio esos permisos, de qué se trata?, vemos a la gente de la comunidad trabajando, haciendo tremendos esfuerzos y el gobierno dando permisos a diestra y siniestra y seguimos sin mejorar el drenaje, el alcantarillado, el agua potable que tenemos mal servicio, mala calidad y mal precio, si no ponemos orden y disciplina, difícilmente vamos a mejorar como municipio” señaló Laura Beristain.
Y es que durante la administración de Cristina Torres se emitieron permisos para construir en zonas donde existía manglar como el caso de Xcalacoco y un permiso para construir 612 viviendas en la selva ubicada detrás del sindicato de taxistas, en el que fue cambiado el uso de suelo para permitir cuarenta viviendas por hectárea y aumentar la altura permitida en el municipio que es de 12 metros a edificaciones de 16 metros por lo cual existe molestia entre la ciudadanía que mira como paulatinamente se acaba con el hábitat de muchísimas especies y árboles.