“Devastaremos a Turquía económicamente si atacan a los kurdos”, ha aseverado el presidente de EE.UU. Donald Trump en su cuenta de Twitter, agregando que el Gobierno estadounidense tampoco quiere que los kurdos provoquen a Turquía.
El mandatario también ha instado a la creación de una zona de seguridad de unos 30 kilómetros.
La declaración de Trump se produce en medio de las promesas de Turquía de lanzar una ofensiva contra los kurdos en territorio sirio al este del río Éufrates, incluso si la retirada de las tropas de EE.UU. se retrasa.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, subrayó a finales de diciembre que Ankara apoya “la integridad del suelo sirio” y reconoce el control del Gobierno sirio sobre las zonas fronterizas. “Una vez que las organizaciones terroristas abandonen el área, no tendremos nada que hacer ahí”, señaló.
En su mensaje, Trump ha reiterado que las tropas estadounidenses se retiran de Siria, pero señaló que se utilizará “una base existente cercana”, probablemente refiriéndose a las de Irak, para atacar a los terroristas del Estado Islámico en el caso de que vuelvan a representar una amenaza.
“Rusia, Irán y Siria han sido los mayores beneficiarios de la política a largo plazo de Estados Unidos de destruir a ISIS en Siria, enemigos naturales. Nosotros también sacamos ventaja, pero ahora es hora de devolver nuestras tropas a casa”, ha escrito Trump, llamando a poner fin a las “guerras interminables”.
El analista internacional Rolando Dromundo cree que a Washington le molesta la alianza de Turquía con Moscú. Además afirma que estos dos países son los que están llevando la solución a Siria.
El pasado 19 de diciembre Trump proclamó la victoria sobre el Estado Islámico en Siria, señalando que esa era la única razón que justificaba la presencia del Ejército estadounidense en el país árabe.
Artículo publicado por actualidad RT.