Aunque la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes ha dicho que no apoyaría una intervención militar en Venezuela como ha sugerido el mandatario Donald Trump, la verdad es que la Casa Blanca dispone de herramientas legales para hacerlo sin el apoyo del Congreso.
“Me preocupan los comentarios del presidente insinuando que la intervención militar sigue siendo una opción. Quiero dejar en claro a nuestros testigos y a cualquier otra persona que esté observando: la intervención militar de Estados Unidos no es una opción”, sostuvo el miércoles el presidente de la Comisión, Eliot Engel, en el inicio de una audiencia parlamentaria sobre la volátil situación política en Venezuela.
Arriba, en la Cámara Alta, Marco Rubio (R-Florida) y Bob Menéndez (D-Nueva Jersey), ambos senadores de origen cubano, están liderando la ofensiva en el Congreso de Estados Unidos sobre la crisis venezolana, pero tampoco han logrado llegar a un consenso.
Por ahora, la líder demócrata de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, y Trump han encontrado un punto común: la condena a Nicolás Maduro y el reconocimiento a la legitimidad del presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó.
Más allá, según la Ley Federal de los Poderes de la Guerra (The War Powers Resolution) promulgada el 7 de noviembre de 1973 por el Congreso, el presidente puede tomar acciones militares por un máximo de 60 días y sólo está obligado a notificarlo al Poder Legislativo dentro de las 48 horas de haber comprometido a las fuerzas armadas.
La medida ha sido también sugerida por el asesor de Seguridad de la Casa Blanca, John Bolton; el secretario de Estado Mike Pompeo, y Elliott Abrams, líder del equipo de la Casa Blanca sobre la crisis de Venezuela.
Sin una autorización del Congreso para el uso de la fuerza o una declaración de guerra de Estados Unidos, la norma sólo prohíbe que las fuerzas armadas permanezcan por más de 60 días, aunque dispone de un período adicional de 30 días para el retiro de tropas.
La última vez que se usó esa disposición fue en 2013, cuando el entonces presidente Barack Obama pidió autorización al Congreso para utilizar la fuerza militar en Siria. La solicitud fue rechazada. Pero a pesar de la prohibición, Obama y luego Trump enviaron fuerzas terrestres a Siria, aunque eran principalmente para entrenar fuerzas aliadas.
Aún así, el 6 de abril de 2017 Estados Unidos lanzó 59 misiles Tomahawk en la base aérea de Shayrat en Siria en respuesta al supuesto uso de armas químicas por parte de ese gobierno. Posteriormente Trump anunció el retiro de las tropas, recordó Venepress.
Trump ha insistido en que “todas las opciones”, incluida la militar, “están sobre la mesa” para derrocar a Maduro. Y se refirió al tema en su discurso sobre el Estado de la Unión.
Maduro ha sido cuestionado por su reelección sin garantías democráticas el pasado mes de mayo, en medio de sanciones por parte de Estados Unidos, Canadá, el Grupo de Lima y la Unión Europea. Ello desató una nueva crisis institucional en el país con las mayores reservas petroleras en el mundo.
En tanto Rusia, China, Cuba, México, Bolivia, Nicaragua, Corea del Norte, Italia, Uruguay, Turquía y hasta la organización terrorista Hezbolá han ratificado la autoridad de Maduro.
Ello ha llevado a algunos analistas a pensar que Rusia y Estados Unidos podrían llegar a un enfrentamiento militar en Venezuela.
Con información de MSN.