El presidente Donald Trump habla durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca en Washington, el sábado 29 de febrero de 2020.
El presidente Donald Trump ordenó el domingo que el confinamiento voluntario a nivel nacional se extienda un mes más, cediendo ante los expertos de salud pública que le informaron que la pandemia de coronavirus podría provocar más de 100,000 muertes en Estados Unidos, y posiblemente muchas más, si no se combate con la fuerza suficiente.
Fue un marcado cambio en el tono del mandatario, quien apenas hace unos días sopesaba la reactivación de las actividades en el país en unas cuantas semanas. Desde la Rosaleda de la Casa Blanca, Trump admitió que sus esperanzas de reanudar las actividades a tiempo para Pascua sólo habían sido “algo a lo que aspiraba”.
Ahora el periodo de distanciamiento social será hasta el 30 de abril
El periodo inicial de 15 días de distanciamiento social que solicitó el gobierno federal concluye el lunes, y Trump había expresado interés en relajar los lineamientos nacionales, al menos en ciertas partes del país que han resultado menos afectadas por la pandemia. Pero, en su lugar, optó por extenderlas hasta el 30 de abril, un reconocimiento tácito de que su pronóstico fue demasiado optimista. Muchos gobiernos estatales y locales tienen controles de desplazamiento y concentración más estrictos.
Las intenciones de Trump para que las cosas vuelvan a la normalidad se toparon con la dura realidad el domingo, cuando el doctor Anthony Fauci, el principal experto en enfermedades infecciosas del país, dijo que podría haber más de 100,000 decesos y millones de infecciones en Estados Unidos a causa de la pandemia. La decisión de Trump de extender las medidas de control refleja un reconocimiento de que la lucha será a largo plazo y que el riesgo de que el número de muertos se eleve a los cientos de miles es real.
“Quiero que tengamos nuestra vida de regreso”, afirmó el presidente.
Trump, quien en general ha evitado hablar sobre fallecimientos y tasas de infección, citó modelos matemáticos que señalaron que, en potencia, podrían haber muerto unos 2.2 millones de personas o más si el país no hubiera implementado las medidas de distanciamiento social. Añadió de que Estados Unidos estaría haciendo un buen trabajo si puede “limitar” el número de decesos “a 100,000”.
“Es una cifra horrenda”, comentó el mandatario, pero añadió: “Todos juntos hemos hecho un muy buen trabajo”.
Presentado por Trump durante su informe, Fauci dijo que su proyección de la posibilidad de 100,000 a 200,000 fallecimientos es “completamente concebible” si no se hace lo suficiente para mitigar la crisis. Señaló que eso ayudó a delinear la extensión de las directrices, “una decisión sabia y prudente”.
Los lineamientos federales recomiendan evitar las grandes concentraciones e instan a ancianos y a personas con problemas de salud preexistentes a permanecer en casa. Se les pide a las personas que trabajen desde su hogar en la medida de lo posible, y a evitar restaurantes y bares, así como traslados y compras no esenciales.
Con información de Azteca Noticias.