El presidente Donald Trump volvió a desafiar a los demócratas con un presupuesto que incluya necesariamente la financiación del muro en la frontera con México, punto central del conflicto con la oposición.
Obsesionado con el polémico proyecto, Trump argumentó que los estadounidenses “necesitamos desesperadamente” esa barrera contra la inmigración ilegal. Los demócratas, que se oponen al muro, se negaron justamente a aprobar el proyecto de Presupuesto porque establecía una partida destinada a subvencionar su construcción.
Al no contar con los fondos del presupuesto varios sectores de la administración pública debieron suspender sus actividades. Cientos de miles de empleados federales están de licencia sin paga e incluso más tienen que trabajar sin sueldo después de que el Congreso no llegara a un consenso la semana pasada para una ley de financiamiento a corto plazo.
Trump, aparentemente sin dormir tras un agotador viaje de ida y vuelta a Irak para su primera visita a las tropas estadounidenses en zona de conflicto desde que llegó al poder, indicó en su cuenta de Twitter que no estaba de humor para comprometerse en discusiones.
El mandatario exige que la ley de presupuesto asigne 5.000 millones de dólares para financiar el muro fronterizo con el que busca impedir el ingreso de migrantes sin papeles en la frontera con México, una propuesta central de la campaña electoral que lo llevó al poder.
Los opositores y algunos exponentes del oficialismo republicano acusan al presidente de inflar el problema de la inmigración con fines políticos y sostienen que un muro no es la mejor forma de garantizar la seguridad en la frontera, por lo que no apoyan la iniciativa.
En represalia, Trump se niega a firmar un paquete de gastos más amplio, lo que obliga a sectores del gobierno federal a detener sus actividades por falta de fondos y unos 800.000 empleados federales debieron ser licenciados sin goce de sueldo.
Ninguna de las partes movió sus piezas en el tablero político y este jueves Trump mantuvo su tono de desafío. “¿Se han dado cuenta finalmente los demócratas de que necesitamos desesperadamente seguridad en la frontera y un muro en la frontera sur?”, escribió en Twitter, apenas tres horas después de haber llegado de Irak. “Necesitamos evitar que las drogas, el tráfico de personas, los miembros de pandillas y los delincuentes entren a nuestro país”, agregó.
Los cierres parciales del gobierno no son un arma inusual en las negociaciones presupuestarias de Washington, donde las fuertes divisiones entre demócratas y republicanos hacen que la cooperación sea una rareza. Pero el rencor se disparó bajo la administración de Trump y se espera que aumente aún más a partir de enero, cuando los demócratas tomen el control de la Cámara de Representantes tras su victoria en las elecciones de medio mandato de noviembre.
El conflicto profundizó las preocupaciones sobre la perspectiva de la economía de Estados Unidos para 2019, tras el aumento registrado en 2018, con los mercados en un vértigo de montaña rusa.
Trump ya había adelantado que aprobó un contrato para la construcción de un muro de unos 185 km de extensión en Texas, aunque sin dar detalles. Grandes secciones de la frontera de más de 3.200 km con México ya cuentan con cercas u otras barreras. Pero los inmigrantes, muchos huyendo de la violencia y de la pobreza en sus países, siguen cruzando ilegalmente.
Los críticos de Trump dicen que está pisoteando el derecho de asilo y argumentan que los recursos deben canalizarse hacia alternativas de alta tecnología en vez de un muro. La gestión del flujo ilegal en la frontera se ha complicado ante la afluencia de familias y niños pequeños, cuando hace unos años eran mayoritariamente hombres los que ingresaban clandestinamente.
Dos niños guatemaltecos murieron en diciembre, por enfermedades aún no reveladas, estando bajo la custodia de las autoridades estadounidenses. Ante este dramático episodio, la secretaria de Seguridad Interior, Kirstjen Nielsen, admitió que se requerían “medidas de protección extraordinarias” para manejar el flujo de inmigrantes.
El conflicto alrededor del presupuesto no parece que se vaya a resolver pronto. Las negociaciones formales en el Parlamento están congeladas por las fiestas y la provocación de Trump a la oposición sólo agudiza el problema.
Artículo publicado por Clarin.com