A partir de este fin de semana, expendios de alcohol en Cancún comenzaron a aplicar los lineamientos de la Ley Sobre Venta y Consumo de Alcohol, la cual limita los horarios de horas venta de bebidas embriagantes y las horas extra para bares y centros nocturnos en todo el estado.
Para los establecimientos que comercializan alcohol en envases cerrados, como minisúpers, tiendas de conveniencia, tiendas autoservicio, entre otros, la hora límite es hasta las 11 de la noche, mientras que para bares y centros nocturnos también la fecha es a las 11, pero con opción de pagar horas extra hasta las 3 de la madrugada, sólo en el caso de establecimientos ubicados en los primeros cuadros de las principales ciudades, y las zonas hoteleras de la zona norte de Quintana Roo, es decir, en Cancún, Playa del Carmen, Isla Mujeres y Tulum.
La nueva ley introduce también manuales de seguridad técnica que deben cumplir los establecimientos que quieran renovar sus patentes para venta de alcohol.
Juan Pablo Aguirre de la Torre, ex dirigente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y de Alimentos Condimentados (Canirac) en Quintana Roo aseguró que no buscan una confrontación con el gobierno estatal, pero sí están solicitando que se les escuche, pues esta ley afectará a toda la industria restaurantera en el estado.
Piden también que se incluya a la Canirac en mesas de trabajo para idear estrategias de seguridad en vez de legislar manuales y procedimientos de seguridad que nunca fueron consultados con los dueños de los establecimientos que venden alcohol.
“Por la seguridad tenemos que unirnos de manera coordinada y no improvisada”, dijo el ex líder restaurantero.
En entrevista aparte, Eduardo Galaviz Ibarra, presidente del Observatorio Legislativo de Quintana Roo aseguró que la naturaleza de esta ley podría llegar a generar una terrorismo económico, pues en uno de sus apartados se plantea el retiro de concesión para venta de alcohol en caso de que un establecimiento sufriese un incidente de violencia o inseguridad en sus instalaciones.
La medida podría ser contraproducente, pues inhibiría incluso la denuncia por parte de los restauranteros que sufran de algún atentado en sus instalaciones, ya que si acude a denunciar sin contar con la anuencia de seguridad técnica que exige la ley, podría perder su licencia de alcohol hasta por seis años, dijo.
Con información de El Economista.