El fiscal general del estado, Jorge Winckler Ortiz, señaló que la masacre de 13 personas en la palapa El Potro, ubicada en el municipio de Minatitlán, la noche del pasado viernes 19, podría estar relacionada con la venganza entre dos grupos delictivos por la venta de drogas.
“Es una hipótesis, una pelea entre dos grupos por la venta de droga o cobro de piso”, subrayó en conferencia de prensa en Boca del Río, y confirmó que al menos seis sicarios participaron en los hechos.
El funcionario estatal aseguró que el objetivo de los sicarios era Julio César González Reyna, La Becky, una mujer trans, quien se encontraba en el lugar al momento del ataque.
Los sicarios, irritados al ver que los asistentes a la fiesta auxiliaban a González Reyna, abrieron fuego contra todos, dijo.
Tras señalar que los comensales asesinados, entre ellos un menor de edad, estaban libres de antecedentes criminales, detalló que hay cuatro personas lesionadas por arma de fuego –graves, pero estables– y una más con crisis nerviosa.
De acuerdo con testimonios, La Becky era propietaria de dos bares, en uno de los cuales se vendían drogas.
“Uno es el bar llamado La Esquina del Chacal y el otro se llama La Crudería. Tenemos datos de que en esa zona primero se vendía droga de un grupo de la delincuencia organizada y luego se empezó a vender droga de otro. Primero de Los Zetas y después del Cártel de Jalisco, según testigos”, indicó Winckler.
Detalló que en las pruebas y testimonios recabados por la policía ministerial se consigna que fueron al menos seis sicarios quienes el pasado jueves arribaron a las 20:20 a La Potra a bordo de una camioneta X-Trail o C-RV. Los sicarios llevaban la cara cubierta con pasamontañas o pañoletas y portaban armas de fuego cortas y largas. Iban por La Becky.
“Los sicarios ingresaron dirigiéndose a la mesa donde se encontraba esa persona y diciéndole: ‘con esto no se juega’. Los asistentes se tiraron al piso y los agresores dispararon contra ellos a una distancia corta”.
El fiscal detalló que del día de los hechos a la fecha se han realizado 207 diligencias o actos de investigación, entre ellas 19 entrevistas o declaraciones, se han emitido 48 dictámenes periciales y rendido 12 informes de la Policía Ministerial. También se han solicitado 81 reportes a dependencias que pueden dar información, además de que se llevaron a cabo cuatro inspecciones y se han asegurado ocho objetos.
De igual manera, mencionó que tras el criminal evento se aseguró una casa de seguridad de dos plantas color rosa con portón negro. “Ahí se aseguraron dos vehículos con diversas armas y ser analiza si corresponde a los hechos”.
“Nuestra línea de investigación está centrada en la posibilidad de un acto de venganza entre dos grupos delictivos que tienen injerencia en la zona sur del estado y seguimos recabando información para esclarecer la identidad de las personas que fueron y victimaron a estas personas”, recalcó Winckler.
Finalizó: “Se tienen indicios de los responsables, pero no por nombre ni apodos. La información ya se le pidió a la Secretaría de Seguridad Pública, que asegura que sí los tiene”.
Con información de Proceso.