Unos 150 migrantes africanos protestaron ayer frente a las instalaciones del Instituto Nacional de Migración (INM), ubicadas en terrenos federales de la garita de Tijuana, con la finalidad de ingresar al acceso peatonal poniente que conduce a San Ysidro, California, y solicitar asilo político en la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.
Los ciudadanos de Eritrea, Etiopía, Camerún y El Congo, contaron que llegaron a Tijuana, luego de un periplo en barco, a pie o en autobús procedentes de Panamá, país del que huyeron por la pobreza y la discriminación étnica que derivó en violencia.
En la manifestación, uno de los africanos denunció que personal del INM cobra entre 700 y mil dólares por colocarlos en los primeros lugares de la lista de quienes cruzan por El Chaparral para pedir asilo al gobierno de Trump. Luego de la protesta, Rodolfo Figueroa, quien fungía como delegado del INM, anunció que deja el cargo.
Explicó que su renuncia fue acordada con el comisionado del INM, Francisco Garduño, como parte de los cambios en la estrategia que se puso en marcha en materia migratoria. En su lugar fue designado Luis Humberto López.
Una comitiva de seis representantes del grupo de africanos dialogó con representantes del INM y de la Policía Federal, con quienes pactaron la designación de dos observadores que verifiquen el manejo de la lista con las fichas.
Otro acuerdo fue que en caso de existir abusos policiacos usarán el número teléfonico 911 para realizar denuncias, debido a que se han comunicado a ese sistema de emergencias y por no hablar español les cuelgan el teléfono. Al término de la reunión, los migrantes se retiraron de forma pacífica.
Con información de La Jornada.