Oaxaca, Veracruz y Jalisco concentran casi la mitad de unidades médicas pertenecientes al sector salud que anteriores gobiernos federales y estatales dejaron a medio construir y están en el abandono desde hace años.
De los más de 250 hospitales, clínicas y centros de salud que la administración de Andrés Manuel López Obrador reporta en esa condición, 121 se encuentran es estas tres entidades.
Oaxaca, con 60, es el estado que mayor cantidad de unidades médicas tiene en proceso de construcción o suspendida la obra, según consta en el Plan de Infraestructura Física en Salud.
Durante la gestión del priista Ulises Ruiz (2004-2010) se comenzó la edificación de casi la mitad de estos hospitales, clínicas y centros de salud en diversos municipios.
Destacan casos como el del Hospital Básico Comunitario de San Felipe de Jalapa de Díaz, cuya obra está suspendida con 51 por ciento de avance y un costo estimado de 18 millones de pesos.
También el Centro de Salud Llano de Guadalupe, que en 2008 comenzó a ser erigido y actualmente se encuentra suspendido con tan solo 25 por ciento de avance. De igual forma está el Centro de Salud Santiago Chazumba, con un costo estimado de 22 millones de pesos para la sustitución de esta unidad de consulta externa; la obra se encuentra suspendida con solo 41 por ciento de trabajo completado.
Otros casos son el Hospital General Matías Romero Avendaño y el Centro de Salud Santa Cruz Loxicha, cuyas construcciones estuvieron a cargo de las empresas Cuauhtémoc Guerra y Asociados y Grupo Gurrión Corporativo.
VERACRUZ
La segunda entidad con más centros médicos inconclusos o abandonados es Veracruz, con 36. Algunos de ellos han sido señalados como parte de los desvíos de recursos del gobierno de Javier Duarte.
Incluso Antonio Nemi, ex secretario de Salud local, fue encarcelado por haber entregado por adjudicación directa más de 186 millones de pesos a la empresa Gran Marca Proyectos SA de CV, encargada de la construcción de la Torre Pediátrica.
Posteriormente se comprobó que esta firma defraudó a la administración estatal por más de 72 millones de pesos por la ejecución de obra, actualización y gastos de la construcción.
Otros casos de unidades médicas abandonadas durante la administración de Duarte que destacan son el Centro de Salud Chinampa de Gorostiza, cuya obra fue suspendida con 19 por ciento de avance y tiene un costo estimado de más de 3 mil millones de pesos.
También el Centro de Salud Rancho Alegre, iniciado en 2012, que tiene suspendida la obra con tan solo 25 por ciento de avance y mil 170 millones de pesos de costo estimado del proyecto.
JALISCO
En el caso de Jalisco, tercer lugar en cuanto a unidades médicas abandonadas, sobresalen los casos del Hospital General de Lagos de Moreno y el Comunitario de Cihuatlán, cuyas obras iniciaron en el gobierno del panista Emilio González Márquez (2007-2013).
Respecto al primero, la obra estaba suspendida desde 2011, cuando tuvo una inversión de 84 millones de pesos y se le reasignó un recurso por 135 millones en 2017 para su continuación.
El avance general a la fecha es de 95 por ciento; sin embargo, falta una inversión superior a los 40 millones de pesos para poder terminarlo y ponerlo en marcha.
La primera etapa de la construcción de este Hospital General de Lagos de Moreno estuvo a cargo de la empresa Nantli SA de CV, mientras que la última la realizó Mirot SA de CV. En cuanto al Hospital Comunitario de Cihuatlán, la obra está suspendida desde 2011, cuando solo se terminaron las áreas de consulta externa y de gobierno, mientras que las de servicios generales y urgencias están inconclusas.
La empresa encargada fue Suministros Hospitalarios del Bajío SA de CV. Además, a esta unidad médica le faltan por edificar todas las instalaciones, así como la obra exterior de las áreas de hospitalización, cirugía y toxicología.
A la fecha, el avance general de la obra es de 50 por ciento, con una inversión total hasta este momento es de 31 millones de pesos, sin embargo, faltan para poder terminarlo un monto aproximado de 55 millones de pesos. Actualmente no se trabaja en hospital porque desde su suspensión no se le asignaron recursos.
Aunado a estas unidades médicas a medio construir pertenecientes al sector salud, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) también reporta 49 hospitales con obras inconclusas. Mientras que el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado registra 29 hospitales en estas mismas condiciones.
De acuerdo con el informe “Conclusión y análisis de obras”, que realizó la Secretaría de Salud por orden del presidente Andrés Manuel López Obrador, 160 hospitales y unidades médicas inconclusas que heredó el gobierno federal no se van a concluir porque no cuentan con “los mínimos indispensables” para operar, e intentar ponerlas en funcionamiento implicaría un riesgo para la población.
Con información de Milenio.