La situación por el coronavirus es más grave de lo que se cree y aún viene lo peor, alertó Inna Germán Gómez, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) del Caribe, quien dio a conocer que en la entidad ya han cerrado más de 20 mil micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) de 32 mil proyectadas u 80 por ciento de negocios afiliados.
Durante una videoconferencia, la lideresa empresarial de Quintana Roo añadió que la mitad de las empresas afialidas al CCE del Caribe no volverán a abrir al término de la “emergencia sanitaria por causa de fuerza mayor”; añadió que varios hoteles del centro de la ciudad están listos para ser habilitados, de ser necesario, como centros de confinamiento para infectados.
Dijo que los bancos Mexicano de Comercio Exterior (Bancomext) y el de Desarrollo Nacional Financiera (Nafin), por medio de la banca privada, ofrecen créditos pero con montos no muy altos que sólo servirían para paliar el problema, pero no resolverán cuatro o cinco meses de gastos, además de que las tasas de interés son muy altas: entre 13 y 16 por ciento.
“Yo calculo que los créditos se deben de estar otorgando hoy, máximo con una tasa de seis a siete por ciento, y eso ya queriendo ganar (como banco), pero si no tenemos otras opción no hay forma. Ahorita no va a haber empresas que salgan con financiamiento propio, y de los que está ofreciendo el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Consejo Mexicano de Negocios (CMN) aún no llega la información”.
Explicó que entre ambas instituciones ofrecen 36 líneas de crédito en igual número de ramas de la economía nacional y que los empréstitos que ofrece Nafin van de los 200 mil hasta 10 millones de pesos; especificó que los hoteles pequeños, por ejemplo, “requieren montos de al menos entre uno a dos millones de dólares para sobrevivir, para asalir adelante”.
Inna Germán detalló que las tasas de interés van en función de las de inversión y ahorita las segundas están en dos por ciento, los bancos están ganando cuatro puntos porcentuales por el préstamo; “ya es muchísimo, y en una tasa de 13 por ciento la ganancia es de 10 puntos porcentuales; la verdad no es ninguna ganga y el banco es el que se está haciendo rico”.
La empresaria dijo que 80 por ciento de las empresas ya cerró y de esa cantidad el 50 por ciento no va a volver a abrir, es que nadie está viendo la verdadera dimensión de la situación que “es gravísima”: en Quintana Roo, 66 por ciento de los negocios son de servicio y su costo más alto es la nómina.
“Estamos hablando de que no se puede tener una empresa si no puedes pagar la nómina; estamos hablando de que el costo de nómina puede ser, del total de sus ingresos, entre el 60 y 80 por ciento, porque esa es una característica de kas empresas de servicios y si se tiene que pagar con cero ingresos, de dónde va a sacar para pagar esas cantidades, es imposible”.
Agregó que la única manera de soportar la plantilla laboral sería pidiendo créditos, pero para poder pedirlo el empresario se tiene que endeudar poniendo algún bien o presentando algún aval, o comprometer los ingresos del negocio a futuro, “pues va a haber gente que seguramente va a decir no voy a poder y se verá orillado a cerrar”.
Inna Germán señaló que en total hay dos millones 227 mil establecimientos a nivel nacional, de los que un millón 869 mil están en el sector servicios, de los que más o menos hay 40 mil registrados en Quintana Roo, de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), y 20 mil 400 cerrarán o ya cerraron.
“El último dato que pasaron es que hay más de 66 mil personas sin empleo en la entidad terminando el mes de abril y falta todavía mayo, entonces calcúlenle otro cacho importante. Al principio había calculado unos 70 mil, de acuerdo con las nóminas que tenemos en ese rubro, yo creo que me quedé muy corta”.
En cuanto al regreso a la actividad a partir del 1 de junio, como lo están previendo los turisteros, la lideresa del CCE del Caribe dijo que “todos estamos pensando en que sí porque es la única forma en que podemos trabajar, porque si seguimos viendo un escenario pesimista, los seres humanos somos aspiracionales y tenemos que pensar que las cosas tienen que quedar mejor, pero no depende de nosotros, sino de cómo se comporte el virus”.
Con información de La Jornada Maya.