En la primera quincena de julio de 2019, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró un aumento de 0.27 por ciento con respecto a la quincena anterior; con lo que la tasa de inflación anual se ubicó en 3.84 por ciento.
Este nivel es el más bajo desde la segunda quincena de diciembre de 2016 y se ubica dentro del rango establecido por el Banco de México, de 3 por ciento más menos 1 por ciento.
De acuerdo con el reporte publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la inflación quincenal se debió en gran medida a precios más altos en el pollo, cebolla, gasolina Magna, transporte aéreo, papa y otros tubérculos, aguacate, servicios turísticos, naranja, servicios en loncherías, y en la lechuga y col.
Lo anterior se vio contrarrestado por precios más bajos en el jitomate, chayote, uva, huevo, alimentos cocinados, cremas para la piel, juguetes y juegos de mesa, gas doméstico LP, tomate verde y en las blusas y playeras para mujer.
Al interior del INPC, el índice de precios subyacente (que excluye bienes y servicios más volátiles, como agropecuarios y energéticos) registró un incremento de 0.17 por ciento quincenal y de 3.81 por ciento anual; por su parte, el índice de precios no subyacente creció 0.60 por ciento quincenal y 3.92 por ciento anual.
Con información de Milenio.