Paco Jémez, actual técnico del Rayo Vallecano de La Liga española, ha concedido una entrevista al medio The Coaches’ Voice en la que desvela sin tapujos su experiencia en México como DT de Cruz Azul. “Es un país muy duro en todos los sentidos; me ha dejado marcado”, confiesa el estratega.”Dura” experiencia en México”Cada día, al fútbol le dedico todas las horas que estoy despierto. Yo duermo bien, pero poco.
En el mejor de los casos cinco horas. En México fue mucho peor. Había días que ni siquiera dormía. Se juntaba todo. Desde la presión de los resultados a la altitud de la ciudad. Tuve que ir al médico para que me ayudara a conciliar el sueño, pero solo conseguía dar unas cuantas cabezadas por la noche. Aguantaba gracias al par de horas que dormía durante la siesta. Eso me daba la vida”.
Un país que le ha dejado “marcado””Llevo desde 2006 como entrenador, con diferentes etapas y situaciones. Pero te puedo decir que México me ha dejado marcado. Es un país muy duro. En todos los sentidos. Un sitio donde pasan cosas que en España solo ves por televisión.
El sismo de 2017″Desgraciadamente, una de esas cosas me tocó vivirla en primera persona: el trágico terremoto de septiembre de 2017. Estábamos en una concentración para un partido ante el América y tuvimos que salir toda la plantilla corriendo del hotel de madrugada. En esos momentos no sabes lo que tienes que hacer porque no lo has vivido nunca. Realmente llegas a temer por tu vida. Las consecuencias fueron terribles, con la muerte de 370 personas. Los días siguientes salimos a la calle para ayudar a la gente. Era lo menos que podíamos hacer por un país que me estaba tratando tan bien”.
La competitividad de la Liga MX”Como entrenador, reconozco que me equivoqué. Fui creyendo que iba a una liga menor y me di cuenta de que no era así. México tiene una liga competitiva, con buenos jugadores, enormes entrenadores, campos espectaculares y una gran afición. Da igual dónde juegues y la hora. Los campos siempre están llenos de gente. Esa es la parte bonita, pero tienes que adaptarte a todo lo demás, porque no puedes pretender que millones de personas se amolden a tu manera de hacer las cosas. No se trata de que sea difícil, sino distinto. Es otra manera de jugar y entrenar, pero como ocurre también en Europa. No es lo mismo como se trabaja, por ejemplo, en Holanda que en España. Así que imagínate la diferencia que existe entre dos continentes”.
Un modelo diferente “También tienes que trabajar con un modelo de competición diferente al que estás acostumbrado en España, donde tienes una liga de 38 partidos. Puedes empezar mal, pero luego tienes tiempo para recuperarte. En México no. Tienes una vuelta y el play-off. Así que te toca estar bien desde el principio, porque si no te quedas fuera de la Liguilla, como nos pasó cuando jugamos el Clausura. Metimos muchos cambios y el equipo no empezó bien. Aun así, estuvimos a un punto de clasificar”.
La ‘maldición’ de La Máquina”La ansiedad en Cruz Azul era muy grande porque el equipo llevaba seis campeonatos sin jugar un play-off. Hasta se hablaba de una maldición. Por eso del club me decían: “Paco, tienes que meter al equipo en la Liguilla y luego intentar hacerlo lo mejor posible. Si se puede ser campeón, campeón, pero el primer objetivo es meter al equipo entre los ocho mejores”. Afortunadamente, en el Apertura sí empezamos bien y acabamos quintos. Eso por fin nos dio el billete para estar entre los ocho mejores. Nos tocó América en cuartos y empatamos los dos partidos a cero. Fuimos mejores en ambos encuentros, pero ellos habían quedado por encima de nosotros en la liga regular y pasaron de ronda. A pesar de esa eliminación, hicimos un gran trabajo, alcanzando los objetivos que nos habíamos marcado a la llegada”.
La relación con la prensa mexicana”Tal vez lo más complicado de manejar en mi etapa en México fue la prensa. Mucho más incisiva y mucho más hiriente que España. Lo comprobé desde el primer día. Algunas entrevistas llegaron a niveles que nunca me habría esperado, pero sabía que si agachaba las orejas me comían. En los primeros momentos me calentaba mucho, pero lo hacía porque había preguntas que me parecían ofensivas. No solo para mí, también para el club y mis jugadores. Por eso creo que la afición nos quiso tanto. No dejábamos que nadie pisará la imagen de Cruz Azul. Tuvimos algún encontronazo más, pero al final hasta disfrutaba en las ruedas de prensa. De hecho, hay periodistas mexicanos que me han mandado mensajes cuando he firmado por el Rayo para decirme que echan de menos esos momentos”.
Puerta abierta para el futuro”Tengo claro que me hubiera quedado más tiempo, porque sabía que el proyecto estaba a medias, pero la familia me pidió volver. Es la única vez en mi carrera que he antepuesto la familia al fútbol. Eso sí, México es una puerta que dejó abierta para el futuro”.
Con información de Marca.